PEDRO AZNAR / ENTREVISTA EXCLUSIVA REVISTA LA NOCHE 108


"TODO UN VIAJE...". 7 diciembre / Teatro Teletón / Macondo Konzerte



“...hay una belleza y un sentido que existen antes de la creación artística, y que está presente y atraviesa todo en el universo. Esa es la verdadera fuente”.

Por Cristina Chain & Jaime Piña 


El bajista, nacido en Buenos Aires en 1959, ha publicado dieciocho álbumes como solista, recorriendo más de 35 años de carrera, celebrándolos con su gira Resonancia. Material que refleja en una edición especial, con toda su discografía entre 1982 y 2016, cuenta Pedro: “En algunos casos, remasterizados, lo que los hizo convivir perfectamente con discos que se grabaron a muchos años de distancia y con tecnologías muy distintas. Más un EP de cuatro temas nuevos, ya que quise que la experiencia fuera no solo retrospectiva, sino que estuviera enraizada en el hoy y diera un vislumbre de lo que viene por delante”. Aznar se presentará en el Teatro Teletón, con su banda integrada por Coqui Ortiz en guitarras, Julián Semprini en batería, Alejandro Oliva en percusión, y Fede Arreseygor en teclados.
También suma un libro de cien páginas, con fotos nunca vistas, anécdotas, el detrás de escena de todos los discos –en muchos casos, tema por tema– y reflexiones sobre su vida y obra en todos estos años. Además lanzará un compilado, en 3 CDs o 5 vinilos, llamado Esenciales. Y el EP de temas nuevos, que estará disponible por separado, en CD y vinilo de 45 RPM.

AZNAR CONVERSA CON LA NOCHE

Le contamos a Pedro Aznar, por correo electrónico, el interés nuestro de llevarlo en portada por su concierto del 7 de diciembre, que produce Macondo Konzerte y enviamos las preguntas que responde a los pocos días:
- El músico chileno Nano Stern, nos comentó en una ocasión, lo siguiente: “Más y más me pasa que encuentro las canciones en un lugar que no es ni lírico ni musical, es extraño porque es difícil pensar sin palabras y es difícil escuchar música sin notas. Yo creo es posible, creo que las ideas existen realmente en lo abstracto más allá del lenguaje, de cualquier lenguaje, sea de las palabras, de las imágenes o de la música...”. ¿Cuál es el lugar desde dónde proviene tu música en lo abstracto, en lo inefable?
- Creo que la música nos toca a nosotros, así como la poesía nos dice. No son solo los recuerdos que uno trae consigo, ni la emoción sentida, ni la inspiración que nos despiertan otros músicos o escritores lo que nos hace crear: hay una belleza y un sentido que existen antes de la creación artística, y que está presente y atraviesa todo en el universo. Esa es la verdadera fuente. Lo que hace el arte es plasmarlo en una obra, es señalar con el dedo, diciendo “allí está”. Y la tarea del artista es hacerse canal, cauce, antena de esa vibración, y pasarla a los demás como lo que es: un fuego sagrado.
- Para un sector de la sociedad chilena, lo popular o la música de raíz, tiene implicancias emocionales profundas, vinculadas al sueño latinoamericano, al sueño de la Unidad Popular de Salvador Allende, que quedó anclado, por ahora, solo en un plano simbólico. ¿Cómo ves a Chile en su búsqueda por reencontrar el llamado “Tronco histórico” cortado por la dictadura, encarnado en Víctor Jara y La Nueva Canción Chilena?, ¿cómo sientes la creación de la música popular chilena que reivindica ese “Tronco histórico”?
- La canción tiene el poder de movernos hasta lo más hondo, de encarnar nuestros sueños y comunicarlos hasta hacerlos patrimonio de todos. En nuestro continente la canción cobró una dimensión enorme y fue, es y será vehículo de nuestros mayores anhelos y manantial de ideas. Esa es una de nuestras mayores riquezas, la canción que no sólo embellece la vida, sino que busca ensancharla.

LOS MÉDICOS BRUJOS DE LA TRIBU

- En lo social, ¿cómo tú música y “la hermandad sonora” se enlaza con la emoción y la poética para interpretar a un pueblo que busca iluminación, espiritualidad y sentido?
- La música es inseparable de la emoción, si no estuviera firmemente anclada en ella, sería apenas un ejercicio matemático vacío. La espiritualidad, el sentido y la iluminación son búsquedas que corren por muchos caminos, se las puede abordar desde muchos lados, y en mi caso, la música y la poesía son los medios que se me dieron como dones al venir a este mundo. Así lo tomo, como una bendición y una responsabilidad muy grande pero muy gozosa: ofrezco el resultado de mis búsquedas hecho canciones, para que quienes se vean reflejados en ellas las hagan suyas y las usen como trampolín hacia su propio centro. Es una profesión hermosa, dedicarse a buscar y compartir lo hallado. Me hace sentir un eslabón en una larga cadena. Soy hijo de mis mentores, y padre de los que llegaron después. Somos, un poco, como los médicos brujos de la tribu, y nuestra obra es nuestro servicio al bien común.
- ¿Qué importancia le asignas al rock argentino, como influencia vital en la juventud chilena y transmisor de ideas universales, qué cambió el curso de nuestra historia desde los 80 en adelante?
- El rock tiene una saludable mirada universalista y libertaria, que impide que nos repleguemos sobre nosotros mismos y nos convirtamos en una isla sin contacto con el mundo o nos dejemos sojuzgar por un dogma, por muy bonito que se vea en los papeles. No por nada fue mirado con desconfianza o prohibido por todo tipo de regímenes autoritarios.
En Argentina el rock fue, en los años de plomo, una manera de resistir y de seguir apostando a la belleza, la dignidad y la justicia. Y el mensaje era tan potente que les pasó a los censores por arriba de sus cabezas. No lo entendieron, y por ende lo consideraron “inocuo”. Pero en torno a esas ideas muchos forjamos un pensamiento independiente, crítico, libre y abierto.
- ¿Cuéntanos cómo nace “Resonancia” y cómo vienen tus conciertos en Chile?
- “Resonancia” es, al mismo tiempo, celebración y balance. Nació por una sensación interna de que el momento estaba maduro para celebrar mi relación de 35 años como solista con el público, y prepararlo fue un verdadero viaje en el tiempo, emocionante y muy movilizador. Llevar este proyecto al escenario fue un trabajo intenso y desafiante, que nos demandó meses de estudio, preparación y programación de nuestros instrumentos y equipos para recrear la sonoridad original, desde una mirada contemporánea. Tanto yo como mis músicos y técnicos tuvimos que sumergirnos en cada una de las épocas que recorre el show (tocamos canciones de cada uno de los discos, en orden cronológico) para traerlas, frescas y vibrantes, hasta nuestros días. Es un show de más de dos horas y media que toca cada punto de mi carrera, desde los clásicos hasta los estrenos. Todo un viaje… Cierra Pedro Aznar.

CAMBIANDO LA HISTORIA CON PAT METHENY
Aún estando en Serú Girán, graban Peperina –1981– y comienza a trabajar en su disco solista, considerando un viaje a EE.UU., para estudiar en la escuela de Berklee, Boston. Recibe un llamado de Pat Metheny, que encantado con su cinta quiere contactarse con él. Pedro lo llama pensando era una broma y acuerdan encontrarse en Boston. Serú Girán decide tomarse un tiempo de descanso y Pedro anuncia que continuará sus estudios en Berklee. Luego del último show de Serú Girán en el Estadio Obras: No llores por mí, Argentina, publica su primer disco solista, Pedro Aznar –1982– y viaja a EE.UU. a cursar dos semestres en Berklee, entre los cuales vuelve a Buenos Aires, para presentar su disco con un concierto en Obras y grabar Yendo de la cama al living, de Charly García. De regreso a Boston, se encuentra con Pat varias veces en ensayos y conciertos. Hacia fin de año invita a Pat, Lyle Mays y Danny Gottlieb y graban dos canciones suyas para su álbum Contemplación. Durante la sesión de grabación flotó un clima de entusiasmo, y un par de días más tarde, justo después de la vuelta de Pedro a Buenos Aires, Metheny lo llama para ofrecerle unirse al grupo. Marcando un giro en su carrera.





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