CHAGO AGUILAR / LA NOCHE 109


El Director de Mil Tambores, cuenta lo que se fraguado en contra de este bello carnaval, como el mercado operando con el alcoholismo ha sido una herramienta de dominación, enfermado al país con la “promo” para envenenarnos.

UNA FUENTEOVEJUNA
DE LA CREACIÓN

Por Equipo La Noche

Celebran 23 años, centrados en una filosofía que valida la pedagogía popular, cuyo movimiento carnavalezco estuvo latente en distintos lugares de Chile y se aglutinó virtuosamente en Valparaíso. Es una experiencia cultural que depende de la propia gente organizada en torno a esta fiesta, gestionada por un equipo, para ordenar de mejor manera lo que está sucediendo: “Es finalmente un laboratorio social político y cultural”, comenta Chago.
“La sociedad chilena vive en investigación, –prosigue–, somos un laboratorio y después de tanto tiempo de dolor, miedo y cautela bajo la transición, que nos fue sometiendo, hoy afortunadamente y a pesar de ser un país que no tiene esa alegría y energía de convocar, de salir a las calles, hemos redescubierto el espacio público con la fiesta popular y hoy es lejos una experiencia que recién comienza”, nos cuenta Chago, tomándose un café.
En este proceso de investigación de la sociedad chilena, se reinstaló la cueca, también la chilena-urbana, que surge como una demanda a la cueca. Alcanzando la altura de todo lo que estabámos tomando prestado de nuestros hermanos de Bolivia, Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, además del redescubrimiento de nuestra negritud. Gracias a las experiencias migratorias, hoy podemos afirmar que se empieza a dibujar una nueva cultura chilena, afirma Chago.
- Empezó bien tarde la alegría, ya han pasado 37 años, uno podría pensar que el dolor terminó con el fin de la dictadura y que se iniciaría un proceso festivo y alegre, ¿qué pasó?
- El golpe fue de una contundencia total, pero están naciendo experiencias de resistencia cultural, a un modelo económico político y cultural que se funda en la mercantilización de las relaciones. Entonces, este arte de carnaval es en definitiva el que hace posible una nueva dinámica de relacionarse en el espacio público, muchas veces criminalizándolo, porque el Estado sigue teniendo temor y aunque la sociedad crece y genera una manera de vivir la vida, hace que todas estas expresiones auténticas sigan siendo mantenidas en la periferia, no alcanzando un lugar central, desde el punto de vista de la aceptación de las elites.
- ¿Somos un país amargado, que no conecta con este espíritu festivo?
- Nuestra insularidad nos ha tenido, ciertamente en esa condición. En la historia de nuestra república, el conservadurismo triunfó en momentos claves de este país y cada vez que quiso emanciparse fue golpeado, la felicidad finalmente es un signo de la resistencia de este país.
En ese sentido, lo que se fragua en contra nuestra es el mercado operando con el alcoholismo, como herramienta de dominación, no como un espacio de conmemoración, sino un lugar desde donde manifestar las emociones de rabia. Han enfermado a nuestro país con la “promo” que se instala para envenenarnos. Pero ahí está la diferencia con Mil Tambores, que es una manera de relacionarse en el arte como carnaval, redescubriendo otras formas, donde lo esencial está en compartir y no en el brebaje.
- ¿Mil tambores es leído por el poder como una resistencia político-cultural. Por eso han influido en la opinión pública para acallarla, contaminarla con lo del carrete y la distorsión?
- Ellos saben que las personas organizadas y las actividades viven en los centros culturales barriales, poblaciones, con organizaciones muy dinámicas. El movimiento carnaval ha dotado de una estética al movimiento social en la lucha de los últimos diez años, en todo Chile. No fue casual que el movimiento No +AFP, estuvo en el Carnaval Mil Tambores haciendo su plebiscito. Todo el movimiento del 2006 de los pingüinos y el del 2011 de los estudiantes, estuvo dotado de una estética carnavalera y se generó una nueva empatía, nuevas dinámicas de captar a nuevas comunidades. La lucha, hasta antes de este movimiento de carnavales, era bastante parca. Brindándole a las comunidades la posibilidad de generar creatividad.
Lo que se destaca en Mil Tambores es un creador colectivo, no es uno, son muchos y es multidisciplinario en términos artísticos, danza, colores, música. Es un soporte fantástico para lo visual, y estimula todas las expresiones artísticas que se hacen en colectivo, en una creación anónima, es un Fuenteovejuna de la creación.
Es importante que la gente empiece a observar e investigar más detenidamente lo que está pasando con el arte del carnaval, que todavía se ve única y exclusivamente como un espacio recreativo, que no está mal, pero verlo solo así es una mirada sesgada, que no alcanza a observar la profundidad de las tramas y las posibilidades que tiene esta expresión artística.


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