GABRIELA RODRÍGUEZ EN REVISTA LA NOCHE 123 FEBRERO


Lanza su primer libro “La memoria de la sangre”.

“EN NUESTRAS CÉLULAS TENEMOS LA MEMORIA DEL UNIVERSO”

“...llegaremos a la certeza de que no somos seres humanos con experiencias espirituales, sino seres espirituales con experiencias humanas...”

Por Jaime Piña

En un iluminado Drugstore, rodeados de mesas y terceros elementos invisibles girando, como energías textuales, verbales, propias del carácter de las personas que eligen el Tavelli para sus reuniones, generalmente escritores, editores, poetas, intelectuales y cineastas, parte esta conversación, que lee ese ambiente y viaja por el espacio abierto de lo no dicho de la existencia.
Gabriela conectó con el rol de la Papisa en el Tarot, que contiene cualidades femeninas, receptivas, creativas y sensibles. Es una suma de saberes para quien esté preparado para recibirlos, comenta: “Es todo lo inconsciente, la intuición y el mundo anterior a la forma, que justamente tiene el código de cómo se construye la materia y tiene una conexión directa con lo espiritual”.
Gabriela se asume en la escena pública como curandera contemporánea, realizando sesiones individuales y grupales, talento que proviene de su formación como diseñadora teatral, carrera que estudió en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile. Lo femenino es un lente importantísimo en su trabajo, porque habita tanto en hombres como en mujeres y es fundamental para desentrañar los conflictos personales y el ser social; Que a pesar de haber sido invisibilizado a lo largo de la historia, hoy ha develado un sinnúmero de conflictos valórico-éticos que la sociedad no está dispuesta a tolerar.

SUS MAESTROS

En La memoria de la sangre –Aguilar, 2018–, relata su proceso evolutivo hacia los misterios de un saber basado en la certeza de su propia intuición. Se apoya inicialmente en su maestra chilena Adriana Manríquez. En Alejandro Jahuanchi, un chamán de la selva peruana con quien expande su mente, permitiéndole posteriormente navegar en océanos misteriosos para desentrañar las respuestas de sus consultantes. También relata sus vivencias con un controvertido Alejandro Jodorowsky, colaborando en el Cabaret Místico, la psicomagia y la psicogenealogía. De este modo y para emprender un camino propio, siempre se ha mantenido independiente de las personalidades de sus maestros, de los cuales solo tomó lo necesario para sanar a otros, comprendiendo las pistas para reencontrarnos con el verdadero ser que llevamos adentro y la oportunidad para potenciarnos en el presente.
En el libro, deja a la vista la existencia de un mundo invisible y surreal, al que la sociedad no le atribuye mayor importancia, “que es palpar la vida en uno mismo y que a la vez está ligada al universo completo que late”. Ella asume el desafío de trabajar con el inconsciente y la intuición, validando el “siento tal cosa”, que expresa una sensación inmaterial, no visible pero de gran valor, cuenta: “Socialmente una sensación así se desprecia, porque como seres racionales medimos solo lo concreto. Por lo breve de nuestra vida, necesitamos mucho más tiempo para evolucionar en las relaciones sociales, culturales, anímicas y espirituales. Por eso trabajo la memoria, porque la memoria se actualiza permanentemente, cuando desconozco parte del pasado, no sé para dónde voy, ignoro que tengo una función trascendente que abarca gran parte de mi vida y mi descendencia”.

EXPERIENCIA HECHA CARNE
Para Gabriela lo inmaterial es importante de considerar, porque es la recuperación del arquetipo femenino espiritual en acción y lo aborda en el libro a través de experiencias de quienes le han consultado.
Ante la sensación constante de quiebra y ruina de un hombre, descubrió que su abuelo y su padre habían quebrado y él estaba sufriendo el mismo patrón, cuenta el consultante: “Mi acto psicomágico fue representar un mendigo durante ocho horas por Santiago, en ese transcurso hice carne la ruina y sufrí el desprecio de las personas, que te ignoran y te esquivan, algo que hacemos comúnmente con los mendigos, pero también descubrí que el mundo es hermoso y que las personas en su perfección están más cerca de ser dioses que desdichados seres humanos. Podemos caer en desgracia, pero seguimos vivos y es posible reconstruirnos, valorar más lo que somos y lo que tenemos”.
Todas las historias apuntan a la valorización de la persona, la tierra, el cuerpo como memoria, el cambio de mirada acerca de la existencia, dice Gabriela: “Cuando hablamos sobre el dinero, algo totalmente maltratado, nunca lo vamos a poder mirar como símbolo. Por eso intento que veamos el lado simbólico de la vida y que trabajemos con ello”.

CONSULTAS PÚBLICAS

– ¿Sientes una presión lúcida cuando te preguntan algo desde el público?
- En la presión de ese momento me conecto con datos inconscientes, que abren una puerta y sale la información, sin que la procese racionalmente y suele ser verdadera.
– ¿Acceder a esa información simbólica dentro de ti, tiene que ver con la expansión que diste a tu mente con experiencias místicas?
- A eso le llamo el desarrollo de la intuición, que tiene varias etapas: la primera es cuando algo hueles que no está dicho, algo que no se ve. Después vas más profundo y haces analogías no verbales, no racionales, a medida que nos conectamos con esa dimensión que va más allá de la propia persona, llega la información de un colectivo. Por ejemplo, una persona afirmó en una ronda de preguntas, ¿qué tiene que ver esa pobre abuelita con la crisis psiquiátrica de bipolaridad de su nieto? No lo puedo explicar rápidamente, pero me conecto con esa persona para ver qué es lo que la angustia, que va más allá de ayudar a su pariente y se descubre que ahí habitaba el fantasma de la locura. Bueno, estamos aquí y probablemente haya algo más, un espacio que se va amplificando, si uno se conecta y está concentrado, te conectas con lo que siente esa persona, te llega la información porque es una transmisión como de radio, de todo, de pensamiento a pensamiento telepáticamente.
– ¿Cuéntame de tus experiencias expansivas?
- Lo que hace la Ayahuasca es mostrar el mundo invisible, en visiones. La importancia es hacerlo con un guía que tenga capacidad de visión, conducido de manera que esas visiones te puedan mostrar una proyección de ti, un significado. Al comienzo no entenderás nada, igual que en los sueños, porque son imágenes surreales sin temporalidad. Pero luego hay muchas técnicas para interpretar tus alucinaciones. ¿Qué me está diciendo esto que vi, que sentí?, o ¿qué me dicen las imágenes del Tarot? Bueno eso, tiene una capacidad de transformación, porque los códigos con los que se va a relacionar no los manejas racionalmente, son fenómenos que te ocurren, al poco tiempo empiezas a comprender –lo que tiene una connotación distinta a entender–, porque la comprensión tiene un nivel más profundo. Te abre espacios de la mente y la visión como todos los lenguajes simbólicos. La Ayahuasca te conecta con tu rollo, con tu trauma, incluso podrías tener un viaje doloroso, pero al final de ese viaje y por lo que viste, te darás cuenta profundamente de quién eres tú.
– ¿Es tener un universo complementario abstracto al común y normal, donde puedes entrar a una gran biblioteca inconsciente y responder las preguntas de tus terapias colectivas? Digo esto porque cuando estás en un escenario es distinto a una conversación, porque hay muchas energías del público que te observan y exigen.
- Sí, es un estado de atención y de total entrega, atenta escuchando la información que me llega.

ACTOS PSICOMÁGICOS

– ¿Cómo se explica el hecho transformador en el acto psicomágico?
- Como vivimos en una jaula intelectual, donde los barrotes son las creencias familiares y culturales. A veces hay unas puertecitas que se abren y salen pajaritos a volar un poco. Si abres la puerta y sales a otra dimensión fuera de la jaula, te vas a dar cuenta que estabas en unos límites impresionantes, al abrir la mirada y el lente tu mundo se amplifica.
– Independiente de buscar y tener fórmulas para ser felices, –eso no terminará nunca por nuestra condición humana–, somos vidas que nunca se resuelven y estamos llenos de preguntas hasta el último día, ¿estás de acuerdo con eso?
- El universo se expande hacia el infinito y como seres vivos conectados con esa motricidad, también nos expandimos y preguntamos hasta el infinito. Cuando se abre una puerta entras en una nueva dimensión, la descubres y la recorres pasando a otra, ese es el movimiento de la consciencia y del universo, por eso cuando el ser humano evoluciona y expande su ser, es porque encontró su centro. Cuando llegas ahí estás en un movimiento planetario y después universal, imagínate todo lo que hay que ver, infinitamente maravilloso. Si dejas de buscar es porque de alguna manera te acomoda la circunstancia social. La primera dificultad es la creencia social, cultural, familiar y cuando sales de ahí, te asomas y traes algo nuevo. La jaula, tu cerebro, tu ser racional, la familia se resisten, pero si vuelves y les cuentas las novedades que viste en el universo será muy interesante.
– ¿Cuándo se dio ese salto en ti?
- A partir de una crisis matrimonial y descubro el Tarot, que me catapultó y me llevó a lo que estoy ahora.

EL NIÑO O NIÑA ES EL QUE SUFRE

– ¿Por eso las experiencias fuertes, dolorosas y traumáticas se deben vivir hasta el final?
- Ojalá, porque la finalidad es cambiar la mirada, sentir, creer o vivir en carne propia algo, es otra cosa. Por eso cuando los hijos maduran dicen, ahora entiendo a mis padres, porque ya tienen varias experiencias en el cuerpo y ahí aparece la realidad. Fíjate que casi todo nuestro sistema social evita que entres al cuerpo, te dan todo tipo de drogas para que evadas la realidad. Por eso en situaciones potentes como cuando te enamoras intensamente, se siente inmediatamente el riesgo de encontrarte contigo, esas situaciones te llevan a conocerte. Si estás en pareja, el otro te pimponea constantemente, mandándote información tuya y viceversa. Esa intensidad tiene normalmente algo que contarte. Como no nos gusta entrar en la caverna de ambos, no la adoptamos con facilidad, porque nuestra cultura judeocristiana valora el sufrimiento en el mal sentido, de que tienes que pagar sufriendo y que ese sufrimiento te va a crucificar para siempre. ¡No! Vas a tener experiencias intensas que te van a traer un montón de luz. La dimensión de esas experiencias es personal y hay formas amables de entrar ahí. En un mundo que está integrando varias disciplinas, se amplifica un conocimiento que podría ser una oportunidad para ver amablemente a los demás, al mundo y a la vida. Por eso ante una pérdida en el mundo físico, como perder al padre o que se vaya la pareja, sufres. Pero está sufriendo tu niño o niña, que reedita una situación que se formó en la infancia y que ahora esa memoria repite, es el niño el que está sufriendo. Ahora, tienes la posibilidad de ampliar esa memoria, con la finalidad de sanarla. Qué hace la sociedad, te da píldoras, alcohol, drogas, entretenciones frívolas para que te salgas de la verdadera conexión.
– ¿Crees que existen dos tipos de personas: los que buscan y no logran encontrar nunca y los que buscan y ejecutan acciones concretas?
- El explorador innato va a querer saber de todo un poco, pero no mojarse las patitas, porque sigue siendo un intelectual en búsqueda, se va a leer todos los libros de autoayuda, irá a terapia, al psicoanálisis y seguirá vitriniando conocimientos y algunas cosas que se ponen de moda, pero meterse adentro significa enfrentar los miedos. Algo importante que nos hace evadirnos, es que todos los días consumimos dosis de miedo, te educan en el miedo, cuidado con esto y lo otro, cuidado que perderás el cielo y esa cuestión es quizás la fundamental porque es Dios el que te asusta.
– ¿Tienes miedo?
- ¿De Dios?
– No, miedo…
- He tenido mucho miedo.
– Pero ahora.
- Claro, tuve miedo antes de presentar el libro, porque iba a dar a luz una criatura y sería observada y criticada.
– ¿Te daba miedo entrar a una escena masiva?
- He trabajado mucho el pánico escénico, porque siempre lo tuve. El libro me pone en una escena pública, masiva. En el lanzamiento, cuando firmaba los libros estaba contentísima, recibiendo la bienvenida por parte del público con una energía muy buena, era lo que necesitaba mi alma, pasé mucho tiempo trabajando en su escritura y el primer susto fue la autocrítica, donde eres el juez y eso te limita, entonces, ¿tomas el riesgo o no lo tomas? En el momento que lo tomas, das el salto y te liberas, esa parte te dice: anda, averigua, descubre, aventúrate y eso tiene que ver con la gran madre creativa que es el lado inconsciente, porque das el salto y te entregas. Pero si tienes miedo a la crítica, al qué dirán, a que se venda o no se venda, ya lo empiezas a limitar.
– En una sociedad que niega la memoria. ¿Cómo se valida vivir el presente?
- Tiene una validez total, porque lo que menos hacemos es estar en el presente. Si  bien valoramos todo lo inmediato y el ahora, ese presente está constituido de memoria y recuerdos que no son conscientes. Tú miras la vida hoy, pero tu emocional puede estar viendo la vida desde hace veinte años atrás cuando tenías quince o diez. También puedes estar mirando con una experiencia importante que le pasó a un antepasado y no tener la menor idea. Entonces, esa mirada no te pertenece, hay que sacarla y cambiarla para que sea la tuya actualizada.

MUCHOS PERSONAJES HABITAN TU PRESENTE

– ¿Es posible convivir con esos antepasados?
- La memoria es un disco duro con no sé cuántos gigas y esa información está ahí formateada por la memoria familiar, que es una mínima parte de la verdadera memoria. En nuestras células tenemos la memoria del universo, que viene de mucho más lejos y se puede actualizar a través de tu persona, con la información propia de tu disco y de tus células, eso es un patrón arquetípico. Entonces, la memoria que te toca actualizar en esta corta vida condicionada por la familia, la sociedad y la cultura que te tocó vivir, cuando la tomas y la actualizas, para bien o para mal, para evolucionar o involucionar, podrás vivir cambios interesantes.
Estar en el presente es de una gran complejidad, porque traes un montón de personajes y a varios de ellos no los conoces, pero los puedes actualizar y te pertenecerán cuando hagas consciencia de ellos, porque estás vivo mirando el panorama hacia dónde quieres ir y como la solución va a abarcar cosas lógicas y otras que no lo son, vendrá un poco de miedo e incomprensión, pero tus células se actualizarán y te dirán por aquí es. Y si te hace sentido, tus células dirán vamos.


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