COMENTARIO DE LA OBRA INFIERNO


El paraíso imaginario del infierno

Entrar a un teatro es abrir una ventana por la que deviene luz y una cálida brisa, es como contemplar una pintura colgada en la pared que va tomando vida poco a poco y entras a una escena que dejas segundo a segundo vaya seduciéndote. Infierno no es el infierno que creemos nos será instalado ni el abrasador planeta oscuro, es un viaje en un vehículo misterioso por una carretera del arte moderno contemporáneo, ves presente y futuro en la obra, es asistir a una clase magistral en el aula de Plutón de algo que nunca más será visto, un segundo, un secreto, diseñado para el más preparado espectador. 
Brillante actuación y articulación verbal de Carmina Riego y Gerardo Orchard desde sus profundidades, sumados a su hija Valentina Acuña, leve, sexual, con el toque de pureza que exhiben sus blancas e infernales transparencias, en un devenir de textos y códigos que cambian para no llevarte nunca al lugar esperado, situaciones eróticas, sin moral, pervertidas en tránsito con el subsuelo, más abajo del fondo que topan y viven los personajes, de estilo lento y pregnante la obra deja huellas marcando un surco en tu imaginación, pegados a la nube de nuestros pensamientos seguimos viendo la obra, escuchando cómo el derrumbe de lo cotidiano es la caída definitiva de un imperio.
Gran director y el equipo de José Luis Cáceres. Taller Siglo XX Yolanda Hurtado. Ernesto Pinto Lagarrigue 191. Bellavista.

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