EL COLECTIVO TEATRO DE LA LUZ PRESENTA LA OBRA INFIERNO


Carmina Riego, actriz & José Luis Cáceres, director

“INFIERNO”
Del 15 de agosto al 1 de septiembre / Teatro Taller Siglo XX Yolanda Hurtado 

Por Jaime Piña

Narra el episodio de un padre –Gerardo Orchard– y una madre –Carmina Riego–, que ante sus precarias vivencias como jubilados chilenos, deben arrendar el interior de su departamento a un inmigrante haitiano –Bel Joseph–, quedando relegados a la intemperie en la terraza. La visita de su hija Victoria –Valentina Acuña–, agudiza el caos porque revisitan un pasado ominoso que ellos creían superado. La obra es intimista desde las pulsiones de los personajes, sus horrores, sus vacíos y transita desde la comedia negra, ácida, hacia el drama, pero con mucho humor y sarcasmo, es un laberinto de emociones. Escrita y dirigida por José Luis Cáceres –El Cañaveral; La Furia de los Amontonados; Territorios y Cronología del Olvido–.
En la antesala del infierno conversamos con Carmina y José Luis para analizar, ¿de qué infierno estamos hablando? El nombre sugiere algo al cual podemos caer o darnos cuenta que hace rato vivimos en él.

– ¿Quién vive en el infierno?
– José Luis: Los chilenos estamos asediados por una situación política feroz, los profesores, el mundo de la salud, los propios artistas, etcétera, está la cagá. El país se ha convertido en un infierno.


– ¿Son problemas de cada uno o son del país.
– Carmina: De ambos, cuando lo de afuera se parece a lo de adentro ese sí es un infierno, el infierno en la obra está dentro de la familia, en la casa, en las relaciones familiares. – José Luis: Es un purgatorio o espacio infinito donde los personajes no pueden salir, viven en una peligrosidad constante, en un tejido emotivo complejo y abyecto.

– En una situación infernal hay que dejar que el tiempo pase, pero ¿cómo se puede aprovechar la estadía en el infierno?
– Carmina: Con una introspección seria, sin miedo a encontrar ese infierno interior, mirando el horror que hay en ti, en cómo te educaron, los secretos familiares, tus propias trancas. La única salida es la verdad de uno mismo con uno mismo y enfrentar ese infierno, otros pensarán en la evasión, yo creo que no. Hay que bajar hasta el último infierno y desde ahí empezar a crear algo, tener la consciencia de dónde estamos y por qué estamos ahí, topar fondo y no tener miedo a esa zona oscura.
– ¿Pero tenemos claro que realmente se llegó al fondo o hay otro fondo más abajo?
– Carmina: Otro fondo más allá sería perder la consciencia e irse en una alucinación, ahora se pueden ir tocando distintos fondos en la vida, no existe uno solo. Sin embargo hay uno que es importante, donde están nuestros grandes problemas para sobrevivir y solo nosotros sabemos cuál es el tronco de esos tormentos y cuando ese fondo se toca recién ahí empiezas a salir.

– Si topar fondo es el infierno, como parte de un proceso doloroso, la normalidad entonces sería el paraíso.
– Carmina: No porque para mí el infierno es el sufrimiento y esa es la medida, podemos tener una vida cómoda y sufrir mucho, ese es el infierno y ese sufrimiento puede ser las 24 horas del día incluida la noche, porque el inconsciente también te apremia.

– ¿Te mantienes en el infierno porque no tienes herramientas de autoayuda para sobrevivir?
– José Luis: Los libros de autoayuda solo sirven a las personas que los escriben. Las herramientas se encuentran conociéndote y conociendo las circunstancias por las que llegaste a tal episodio, entender es la única escapatoria. – Carmina: En la obra el hogar, el padre y la madre para la hija son el infierno y ella quiere meterse en ese infierno para ver cuan lejos tiene que huir para empezar su propia vida.

– En esta situación uno siempre busca la clave para salir, ¿cómo se accede a esa puerta que nos sacará del infierno?
– José Luis: Los personajes se encuentran en su refugio del cual no quieren salir, porque es su único lugar seguro.

– ¿Por qué están cómodos en su infierno?
– José Luis: Porque no hacen nada para cambiarlo. – Carmina: Porque su zona de confort es la comodidad del sufrimiento, a veces se ve mejor que el vértigo de visitar otros sufrimientos, porque es un sufrimiento conocido, mas vale infierno conocido que por conocer.

– ¿La obra aporta un cierto alivio esperanzador al espectador?
– José Luis: No aporta ninguno, es un espejo de la crisis. Los personajes son personas que tuvieron muchas expectativas económicas, de prestigio y de posición social no resueltas, vivieron para tener plata pero no les resultó, es gente frustrada.

– Cuando llega una crisis económica externa les llega a todos y los que están preparados lo están interiormente para surfear el infierno y encontrar la puerta de salida.
– Carmina: En la zona de confort tocas una parte mínima de la vida, es la rutina, el trabajo, es una vida pobre, la existencia es acción, el ser humano es inquieto, el alma humana no tiene límites.

– Cuando estás en el infierno sabes que es momentáneo, es aguantar el chaparrón, ¿o es un infierno permanente?
– Carmina: Es permanente para los personajes principales y el infierno de ellos empeorará. En la vida hay que tener temple de acero, la vida es difícil y para ciertas personas es muy difícil y uno a veces se pelea con las elecciones que tomó, pero uno tiene que conducir su propio infierno hacia una reconciliación con tus elecciones, aguantando esos chaparrones y lo mas importante es ver lo que sí has construido y tienes, que es mucho mas de lo que uno cree o está viendo.
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Producción y prensa: Francisca Mundaca / Música: Marcello Martínez / Diseño: Macarena Mora y José Luis Cáceres / Vestuario: Fabián Jeréz.

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