ROSER FORT & JANO PARRA DEL CENTRO ARTE ALAMEDA


DOS CORAZONES ATACADOS, PERO NUNCA DERROTADOS

Por Jaime Piña, director de revista La Noche

Como dijo Roser “…era algo evitable”, sin embargo desde todo punto de vista y según muestran algunos videos, fue intencional, porque la caída del Centro Arte Alameda, que contiene a Gitano Films y a la Corporación Cultural Arte Alameda, deja fuera de combate –en léxico oficial de guerra– a un mundo cultural que les incomodaba en la Zona Cero, sobre todo por la alianza con los Rescatistas Voluntarios del Samu, dice Roser: “…y que nos favorecía tanto a ellos como a nosotros y nos suponíamos protegidos…”, finalmente es atacada. 
Según Roser: “No fue “La” bomba, fueron varias…”. Existen videos que muestran la caída en los techos, cuenta Jano Parra, socio de Roser: “Trataron de hacerla pasar como un escape de gas, un fuego artificial y no, es una lacrimógena. Está filmada la flecha”.
Muchas de las muestras de solidaridad para apoyar la remoción de escombros, se han visto impedidas porque aún el lugar es un sitio del suceso y no se puede mover nada para no perjudicar la investigación. A su vez muestras de apoyo como la del gerente general del Teatro Caupolicán José Antonio Aravena, para hacer varios días de actividades, es parte de los proyectos a beneficio para reconstruir el centro, se habla de productores como Alfredo Troncoso, Carmen Romero e innumerables bandas que se sumarían.

SUS GESTORES
Pero quiénes son Roser Fort y Jano Parra. Por su parte Roser se inicia en la gestión cultural en 1995, cuando asume las relaciones públicas de la Editorial Hachette, de la Librería Francesa, lanzando entre otros libros El loro de siete lenguas de Alejandro Jodorowsky. Con los años aparece el cine y hace un giro, se enfoca, aprende, hasta convertirse en una receptora cultural, que es como ella misma se define. 
Jano Parra, de ascendencia hippie, egresa del Instituto Nacional y en la búsqueda de qué hacer con su vida, explora ser cantante o sonidista, hasta que en un concierto de Los Jaivas surge su gran oportunidad, cuando se da cuenta que no tenían iluminación y él se ofrece, cuenta Jano: “Posteriormente iluminando a Los Blops, a los 17 años gané mi primer sueldo, luego vino Agua Turbia y descubrí que me podía ganar la vida con esto. Estudié Escenografía en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, pero lo mío era la luz”.
En una simbiosis de nutrida información cultural, Roser y Jano se asocian, manifestando permanentemente la importancia de mantener espacios que faciliten al espectador el acceso a contenidos culturales, afirma Roser: “La cultura es un acceso a contenidos que permiten enriquecer el espíritu de las personas. Así como el arte es primordial en el desarrollo de la belleza, en la vida también está el arte y desde ahí puedes obtener información para enriquecerte”. 
Un día en una presentación en la Sony, previo al disco Mamalluca de Los Jaivas, Jano conoce a Roser. Él estaba casado en Francia y se separa, toma su maleta y se viene a Chile, iniciando una relación con Roser en 1999. En esa época las socias del Cine Arte Alameda eran Luz Pereira y Roser, cuando Luz deja el cine, ellos se asocian: “Yo, como hombre del espectáculo, siempre quise tener un cine para hacer mis proyectos, desde ahí trabajé con Los Jaivas, hasta que me metí en el mundo del cine, asistiendo al Festival de Cannes el 2008 y llevando cine de realizadores chilenos”. 
En esta sociedad con Roser, Jano Parra ha apostado fuerte para realizar el sueño del centro cultural propio. Por sus vínculos en Francia, el director de Ventana Sur en Argentina –el Cannes latinoamericano–, en varias oportunidades le pidió películas y Jano ha llevado cintas: gracias a eso lo declararon ciudadano ilustre del festival y todos los años en agosto le mandan invitación con pasaje, hotel y viático pagado, hasta un stand le hicieron. Una vez quiso ir por Chile al mismo festival y para postular tuvo que presentar infinitos papeles. Quedó en lista de espera.  “Me dio risa –dice–, estoy llevando producto chileno, soy reconocido allá y me pusieron ene atado”. Lo lógico es que al Cine Arte Alameda, que tiene 21 años de existencia –información de enero de 2016–, que ha demostrado con creces su trabajo con la cultura, lo apoyen sin tener que concursar: “Todavía creo que la institucionalidad nos puede subvencionar, por qué solo a Balmaceda 1215 y Matucana 100 los apoyan, imagínate que el GAM tiene un apoyo de tres mil millones anuales y su director gana doce millones al mes, y nosotros que somos un ícono cultural, no recibimos sueldo, incluso mes a mes nos endeudamos. Lo extraño es que la alcaldesa y directora de cultura de Santiago –Carolina Tohá–, jamás han pisado la sala”.  
Ha sido un trabajo duro, se pregunta Jano, ¿por qué la gente que se supone son tus partner no van, ni apoyan? Ambos han vendido casi todos sus bienes para seguir, los abogados y contadores les dicen que están locos, varias veces han dicho que van a cerrar, incluso han llegado con los candados y en el último minuto se han arrepentido.

UNA DOSIS DE HISTORIA
En 1993, posterior al traslado del Cine Arte Normandie, se desarrolla una gestión para generar un centro cultural en el mismo sitio. Una vez instalado el centro, se define un perfil de cine arte más moderno, comenta Roser. “Compramos películas ganadoras de premios internacionales para distribuirlas y me voy encantando con el cine arte y no por las películas masivas y populares de las grandes compañías”.
La noción que había del cine arte, –comenta Roser–, era de un cine aburrido y difícil. “A nosotros el contenido del cine de autor nos motiva. Películas que a través de la mirada de un director permiten pensar, me interesa. Pero el concepto que más manejaría actualmente, incluido el cine arte, es el cine independiente y el cine de calidad”. 
– ¿Cómo lo definirías para no connotarlo como cine difícil?
– Como cine de autor, de propuesta, de reflexiones personales, que entregan un mensaje a la gente. Pero más allá de las distinciones de público, interesados por películas del año con efectos especiales, hay público que goza con el cine arte o clásico, donde los efectos especiales son los contenidos. 

LA LUZ DE JANO
“Chucha, esa weá la hice yo”, exclama Jano.
Miles de personas rodean el Opera de París, frente a los cambios de color y las extravagantes formas lumínicas, en una sorprendente noche visual, disfrutando la belleza de su arquitectura gracias a la perfecta iluminación que Jano acaba de instalar. Muy cerca, observando la muchedumbre, sentado en los tejados del Opera, estaba él con un amigo chileno, celebrando sorprendido y orgulloso. 
El año 2005, por alguna razón necesitaban un iluminador para el Festival del Huaso de Olmué y lo llaman, como no había plata, lo hace por entretención, trabajando los tres días como director de iluminación. En el cóctel de cierre, De Aguirre, Conca y Morales –ejecutivos de Chilevisión–, le ofrecen el cargo de director de fotografía, pensó que era una broma, pero en marzo lo llaman. Durante tres años fue director de foto en programas como Cuánto vale el show, SQP, Primer plano, Festival del Huaso de Olmué y los noticieros.

UN CINE REFLEXIVO
– Roser, crees que por el desgaste de lo laboral, familiar y social, hay mucha gente que decide no seguir pensando cuando busca una película, ¿crees que el cine es evasión? 
– La evasión y pasar el momento no es mi tipo de cine, pero el abanico de ofertas también debiera tener distintas propuestas y eso no pasa en las multisalas en general. Ojalá haya otras visiones, que hagan pensar en otras sensaciones o situaciones a partir de una película, porque estar dos horas contemplando solo acción y entretenimiento, como propone el cine norteamericano, no es lo más trascendente del mundo, también es una industria que debe generar productos de calidad. Y la tendencia de las grandes audiencias va a ese tipo de cine, porque la oferta no incluye el cine más reflexivo, hemos copiado los cánones norteamericanos, pero si te fijas en Europa y otras partes del mundo, hay películas de calidad que se vuelven populares. 

EN EL PALACIO MÁS MILLONARIO EN BIARRITZ CON LOS JAIVAS
Jano iluminó a Víctor Jara en Perú, una semana antes de su asesinato, al poco tiempo en Argentina se reencuentra con Los Jaivas en la ciudad de Zárate y trabaja como iluminador. Viviendo en comunidad, es testigo de la creación de los temas, lo que le permite adecuar las luces a los instrumentos perfectamente. Jano se da a conocer en Argentina y aparecen otras figuras que lo buscan, entre ellos León Gieco. Un día recibe el llamado de un importante manager para hacer la iluminación del Adiós a Sui Generis en el Luna Park, después lo llama Nito Mestre, La máquina de hacer pájaros y Charly García lo invitó a su primera gira.
Viviendo en la comunidad de Los Jaivas, durante las noches salía a buscar pega por los bares y lugares, convirtiéndose en su inesperado manager. Desde Zárate parten a Buenos Aires y luego a Francia, cuenta Jano: “En el último concierto del Teatro Coliseo, la ex suegra de un integrante argentino nos pregunta dónde nos quedaremos, y le digo que llegando a la estación de trenes de Francia saldré a buscar un hotel. Me dice: La vida no es así, tomen –nos pasó una llave de este porte–. Nos prestó una casa en Biarritz por seis meses. Cuando llegamos a la casa casi nos caemos de raja, resultó ser un castillo enorme, el palacio más millonario de Biarritz, cuatro hectáreas, tres pisos, piscina y arboleda”. 

C.A.A. INTERNACIONAL
– Ustedes pertenecen a una red de salas de cine arte mundial. ¿Qué significa esta exclusiva red?
– ROSER: Es interesante, porque nos hace revisar modelos de trabajo de otras partes del mundo, unos más exitosos que otros. Somos los únicos que participamos en Chile de la Confederación Internacional de Salas de Arte y Ensayo –a octubre de 2016–. Probablemente el próximo año, sean más salas las que participen de esta confederación internacional, porque estamos armando una red de salas de arte en todo Chile. Son modelos de trabajo de países más desarrollados y otros países más parecidos a nosotros, que nos permite aunar criterios y también obtener información de cine. Hemos aprendido estrategias de difusión y visualizar nuestras debilidades para mejorarlas. Guardando las proporciones, en Francia hay muchas salas de cine arte que exhiben cine de calidad, pero promueven esos espacios, sin embargo acá se van cerrando, por eso nuestra misión al pertenecer a esta red de salas, es mantener los espacios con contenidos que han sido exitosos en otras partes. La misión de la red es generar espacios de difusión de cine arte y de cine de calidad, por eso la compra de películas premiadas en festivales internacionales a través de esta red es muy importante, porque si están premiadas pueden funcionar en el país. 
JANO Y SU ÉXITO MUNDIAL
“Con Los Jaivas vino Alturas de Macchu Picchu, que fue idea de un amigo peruano, que se le metió en la cabeza y convenció a Vargas Llosa para que hiciera el prólogo. Los Jaivas no querían hacerlo, hasta que Eduardo Parra dijo, probemos, y se inició el trabajo creativo. Con el sello Pathé Marconi –la EMI francesa–, trabajamos en el mismo estudio en el que días antes los Rolling Stones grabaron su último disco”. 
Lo de filmar en Macchu Picchu fue increíble –prosigue Jano–, estar ahí como productor general, instalado en el hotel a pasos de las ruinas, preocupado de coordinar las grabaciones fue intenso. En ese entorno cósmico tuve la sensación de vivir algo maravilloso, no pensaba en el futuro, ni en sus repercusiones.
Siguiendo con la iluminación, Jano es invitado a otros proyectos en Francia: “En un concierto de Los Jaivas en el Palacio del Congreso, unos tipos que me observaron trabajar, se me acercan y me invitan a almorzar para ofrecerme trabajo en una importante empresa de luces francesa. Ahí comencé a trabajar intensamente en conciertos e iluminación arquitectónica”.
Jano reconoce tener una sensibilidad artística con la luz que lo diferencia de otros, y aparecen grandes artistas solicitando sus servicios: Nina Simone, Grace Jones, John Lee Hooker y Rubén Blades.

En enero de 2016 Jano comentaba a La Noche el día a día del Centro Arte Alameda: “Estamos posicionándonos con sangre, sudor y lágrimas, porque el cine alternativo es eso, no tenemos auspicios, porque fuimos los primeros en hacer festivales de cine gay, lésbico y le dimos espacio al punk, al hip hop, géneros que a las empresas les molesta”.
– ¿Por qué no renunciaron a eso y optaron por lo comercial?
- Porque Roser me dijo que aquí no entra una sola película que no sea alternativa, somos lo que no pasa en los Hoyts, nuestra línea es Jim Jarmusch, Darren Aronofsky, Orson Welles, Jean Luc Godard, Woody Allen. 
“Somos un espacio convivencial, con sillones, árboles, y la gente lo usa como punto de reunión, hay ferias donde circula mucha gente y el restaurante tiene su prestigio porque es comida casera. Y en los conciertos, llenamos. Pero seguimos dependiendo de los Fondart”. 
– ¿Estuvo en peligro el proyecto?
– Siempre estamos en peligro –se ríe–. 
 “Con Piñera –primer gobierno– nos veían como una pareja de emprendedores que dábamos trabajo a 30 personas, entonces si están mal hay que ayudarlos para que sus trabajadores no pierdan su fuente laboral, cuál es la opinión de los tipos rascas de izquierda: estos son privados, viajan por el mundo, hablan tres idiomas y profitan de la cultura, que se vayan a la chucha, que se las arreglen solos”.
Mi satisfacción –cuenta Jano–, es generar variadas expresiones artísticas, nuestra línea editorial es la libertad de expresión. Cuando llegó La última tentación de Cristo y los cines dijeron que no, nosotros la exhibimos y fue la última bendición de Cristo –jajajaja– porque tuvimos un mes lleno, esa vez hubo auto financiamiento con la ayuda de Jesús. 

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