HOMENAJE: KARTO CONVERSA CON REVISTA LA NOCHE
El hombre del cómic
Me atrae el underground
Claudio Andrés Romero Toledo, que sorpresa brutal la noticia de tu partida, dejando todo conmocionado, nos quedamos dibujados, hieráticos, con dolor en el alma, si estabas re vivo hace unas horas, qué te pasó master querido. Cuando ya no podemos más de dolor por otras pérdidas siguen y siguen como un verdadero fin del mundo y yo desde la revista, lleno de dudas, porque no sabía si publicar esta conversación, que tuvimos en octubre de 2013 para la edición 60 de La Noche, a modo de homenaje, solo espero que se entienda que lo hago con respeto y mucho cariño. N. del D.
Fotos
y texto Jaime Piña
– ¿Naciste cuando naciste o fue después?
–
Creo que nací dos veces, una el 63 y después en la universidad, al abrirme a
otros caminos, cuando me di cuenta que con el dibujo me destacaba del resto y
ahí nació Karto.
– ¿En la universidad desarrollaste el cómic o fue
antes de nacer?
–
Siempre dibujé pero en la U. comprendí que servía para esto. Fue en la ex UTE,
la actual Usach donde entré a estudiar publicidad, cuando estaba en la mitad de
la carrera me llegó una encomienda de España de mi hermana, con unos cómics que
estaban de moda allá, era el Víbora, Tótem, Zona 84, descubrí a Ranxerox, a Max
y a Milo Manara, me volví loco...
– ¿Estabas en algo intuitivo con el cómic o ibas
hacia la publicidad?
–
Iba más a la publicidad, sin embargo lo típico cuando eres pendejo dibujabas y
mis padres me dijeron que tenía que ganarme la vida en algo, me dije: En qué
cresta puedo tener una pega donde siga siendo creativo y siga dibujando e
inventando historias, pensé que la publicidad era lo que más se adaptaba,
después caché que na que ver, pero como estaba ya en la carrera... y más encima
después descubrí que el cómic se había vuelto para adultos y era algo que
realmente daba una vuelta de tuerca, donde uno podría plantear una nueva
literatura adulta pero en base a monitos, fue un destape cerebral para mí.
– ¿Pensaste que cuando inventaste tu futuro laboral en la U. no estabas lo suficientemente maduro para comprometer toda la vida en eso?
–
Creo que no. Aunque uno nunca está lo suficientemente maduro como para decir:
pongo todos los huevos en esta canasta, uno lo hace nomás. para mí no hay otra
forma...
– Pero en este minuto ¿piensas que puedes modificar
ese plan trazado?
–
Estoy un poco viejo para modificar tantas cosas, ya aprendí a funcionar de una
forma, las cosas se están modificando siempre, ahora me junté con mi pareja por
puro amor y ella tiene un hijo grande que nos hizo abuelos. Me pasan cosas que
me sorprenden todo el rato y obviamente los planes han cambiado, mis intereses
son otros, tener una nieta es algo que te abre el universo a otras cosas y
sensibilidades, ahora estoy viendo Discovery kid, jajaja, me gustaría trabajar
haciendo algo así, las cosas se van dando. Con respecto al dibujo es algo que
no transo.
– Tú eres de la generación de los 80, ¿qué
aprendizaje tienes de esa generación?
–
Sabes, hay cosas que se han hablado poco de esa generación, que manejamos con
una ironía de mierda una situación horrenda, porque vivíamos en un infierno
espantoso, donde había que estar vivo y ser un poco distinto en una sociedad
con milicos en plena dictadura, donde no había ni un derecho, fuimos tan
irónicos que dijimos no existe Pinochet ni su dictadura, queremos vivir en
fiesta toda la vida y nos inventamos un Chile paralelo, que sin dejar de ser
conscientes, sin dejar de estar presentes en este cuento de las protestas, los
amigos que desaparecían, sin embargo dijimos que eso no va a significar que
vamos a estar en charango lila y llorando toda la vida y nos pusimos más
irónicos que la cresta y le dimos un giro a un movimiento gringo que no tenía
nada que ver, de hecho hablando con un amigo gringo de lo que era la New wave
realmente, era una cuestión enferma de sosa y hueca para los gringos, por eso
ellos la pasaron rápidamente, pero acá fue una mezcla de Punk, New wave a la
chilensis, con una ironía y una vuelta de tuerca riéndonos del dictador, nos
calzó perfecto, vestidos de negro, fue coyuntural e histórica y se ha analizado
poco ese tema. Era una forma de sobrevivir. La moda era vestirse en la ropa
americana con abrigos de los años 50, jajajaja, recuerdo el Trolley como un
lugar que sentías tuyo, la Nona Jazz un poco más cuico, vivíamos en las
antípodas de la economía chilena, era gracioso porque estábamos los mismos en
un lado y en otro.
– ¿En ese tiempo habías pensado el país que vivimos
ahora?
–
¿De que se iba a convertir en esto?, sí, un poco sí. Se veía venir, en cuanto a
lo que quería la gente, satisfacer los más básico. Lo que me sorprende que no
pensé que iba a ser tanto, es la nueva dictadura de los empresarios, pensé que
sería más política, pero en este momento nos salimos de la dictadura pero
dependemos de mister Paulmann, de Luksic y de todos estos viejos de mierda.
– ¿Qué país habías pensado?
–
Me había imaginado la España del destape, creo era lo que queríamos todos,
cuando sacamos la revista de cómic Trauko, todos nos hicimos la expectativa de
que se iba a abrir, con actividad cultural power y todo un cuento, que a lo
mejor la hay, no con el respaldo, la difusión y el apoyo que debiera, hay
muchas cosas que pasan que uno ni se entera, pensé que el gobierno iba a poner
más lucas en cultura.
– Los gobiernos y el sistema se han derechizado,
pero ¿desde dónde te atrae este sistema, qué te gusta?
–
Me atrae la idea de no dejar el underground, es re loco lo que te estoy
diciendo, en los 80 peleábamos por no serlo, para que nuestro hacer fuera
masivo, para que nos dieran más pelota, llegar a más gente, todos queríamos
llegar a la televisión y cuando llegamos... yo fui director de arte en TVN un
rato, y cuando llegamos ahí cachamos que no se podía hacer ninguna wea,
estábamos re cagados.
– ¿Por qué no pudiste hacer nada?
–
Porque en el fondo son medios y ¿quién manda?: los auspiciadores, no puedes hacer
tal cosa porque puedes estar en contra de ellos, no puedes poner tal serie, si
hablaba en contra del consumo o del maltrato animal cuando el auspiciador era
Agrosúper, por ejemplo. Dejabas de hacer muchas cosas, bajo ese nivel
asqueroso, entonces si algo me gusta es seguir siendo lo under que he sido
siempre y seguir rascándome con mis propias uñas y no pedirle ningún peso al
fakin Fondart ni a nadie.
– ¿Cómo se ve el underground hoy día?
–
Hay harto, muchos cabros que sacan sus revistas y sus trabajos, ahora me
gustaría que se agruparan un poco más, eso echo de menos de los 80 y 90, de que
había, como cuando sacábamos la revista El Carrete por ejemplo, le dimos mucha
pelota al movimiento Trash, que estaba re interesante en esa época, de hecho
salieron bandas muy power que fueron internacionalmente reconocidas y ellos
eran súper unidos, hacían sus recitales en el Manuel Plaza, sacaban sus
revistas, se juntaban en tal lado, había una comunidad, ahora tal vez los
medios masivos facilitan las cosas pero los aislan, tenemos 300 mil periodistas
en este momento, pero ¿realmente se genera algo con eso?, cuando hay tanta
gente dando su opinión al mismo tiempo, no se si se logra algo concreto, o son
muchas voces dispersas por todos lados.
– ¿Te consideras un tipo independiente?
–
Toda la vida...
– ¿Cómo evalúas la autosuficiencia creativa sin
depender del Estado?
–
Creo es la fórmula, para mí es lo que hay que hacer...
– ¿Es la fórmula?
–
La fórmula es no tener fórmula, es ser uno, así lo siento yo. Ahora me parece
fantástico...
– ¿Haces el distingo que el trabajo de un artista
es un trabajo más como lo haría un obrero?
–
Sí, no somos especiales, me lo dijo el actor Pablo Schwartz, una vez le pregunté
en qué estas y me dijo: “…en una obrita por ahí”. Le digo ¿cómo que obrita si
eres un tremendo actor?, me dice es una obrita no más, un doctor que salva
vidas es importante, un ingeniero que hace puentes es importante, nosotros
hacemos obritas. También pienso lo mismo, yo hago cómic, no le voy a salvar la
vida a nadie, si al Estado le falta plata para colegios y hospitales no veo por qué me va a
tener que pasar plata a mí para que haga monos, ahora si alguien lo hace y es
un aporte me parece maravilloso, tengo amigos que viven de los Fondart,
fantástico si lo saben hacer. De hecho hay cursos para postular al Fondart, es
irónico. Volviendo a las fórmulas de éxito, no considero que éxito sea ganar
mucha plata, en el fondo es ser feliz con lo que uno hace y no es algo que ando
buscando, prefiero dibujar y pasarlo bien, tener un rato rico con mi nieta y mi
gente, almorzar con mi mamá eso me parece éxito.
– ¿Tú postulas a los fondos?
–
No, me da lata el proceso, el trámite, la burocracia y la cuestión, si no pones
un ítem no te lo ganas, soy más inmediato, me gusta hacer las cosas porque
quiero hacerlas nomás.
– ¿Dónde centras tu trabajo, en la cultura, en el
mercado?
–
Sabes que nunca lo he pensado, soy instintivo, hago lo que tengo ganas de
hacer...
– ¿Háblame de la creatividad de hoy?
–
Hay personas creando muchas cosas, gente que inventó una metodología, por ejemplo “Mala
imagen”, que hacía caricaturas todo los domingos sobre Tolerancia cero,
riéndose de ellos, que el lunes a primera hora estaba en su página y era genial.
Siempre están saliendo cosas nuevas, ahora con las redes sociales hay mucha
gente exponiendo. Si te metes a Facebook cómic tienes a 300 mil pendejos que
hacen manga, ya no voy a las exposiciones de cómic porque llegas y hay tipos
vestidos de la Guerra de las galaxias, de súper héroes, pero dónde está el
cómic de autor, entonces no voy, para ver clones de gringos y japoneses una
lata. Pero por otra parte está Leo Ríos, que hace crítica política genial y
Marcos Torres muy bueno.
– ¿Crees que hubo algún cómic que haya creado una
influencia?
–
Cada día siento que la Trauko, sin darnos cuenta dejamos la escoba...
Era un periodo donde había poco
–
Ahora también hay poco, mira está Caleuche que sale tarde mal y nunca, cómic
nacional no hay, en la época de Trauko estaba Bandido, Matucana, El Cuete,
salíamos nosotros con El Carrete que tenía cómic.
– ¿Qué cosas imaginas a futuro?
–
Nunca pienso mucho en el futuro, me gusta que me sorprendan las cosas, me
imagino a mi nieta yendo al colegio, no me proyecto mucho más allá de lo que va
pasando, siempre van a haber dificultades en la sociedad, en el fondo se trata
de ganar plata, los independientes hemos sabido surfear la ola y hemos
encontrado la forma de seguir sobreviviendo en este medio sin transar cosas que
para nosotros son importantes, ahora cómo lo voy a hacer, no me lo planteo, ahí
veo.
– El underground ha sido ninguneado o por el
sistema o por los amigos que lograron construir empresas, ¿cómo se
revalida?
–
Con libertad, ¿qué precio tiene la libertad? si hay muchos que tienen que pagar
oficina, empleados, servicios, son pelotudeces, cómo se van a comparar con
hacer lo que tu quieras, cuando quieras, es una maravilla sacar tu expresión
sin deberle un peso a nadie, donde estoy soy mi oficina, mi casa, donde estoy está mi
universo, eso para mí es la postura under.
– ¿Te consideras artista?
–
Pero ¿qué es arte?, si también jugar a la pelota o andar en bicicleta es un
arte, ojalá eso no esté en los museos, además que no tienen plata, es una
verguenza, pobre Museo de Bellas Artes, está paupérrimo el pobrecito. Admiro a
quien con 100 lucas mensuales alimenta a una familia de cuatro cabros, eso es arte. Hay artes malas, perversas, el arte de engañar a la gente, que usa
verbos muy bonitos y en el fondo es para utilizarte todo el rato.
– ¿Qué opinas del arte de la noche y su embrujo
alcohólico?
–
Como todo debe ser interesante, o sea Charles Bukowski maestro, que habla de lo
decadente de lo decadente, de todo puedes sacar experiencias, hay películas que
no tratan de nada, pero están tan genialmente hechas que crean un universo.
– ¿Qué opinas de la percepción estética?
–
Es curioso, como te decía, si tengo una línea de trabajo te juro que no me
interesa el arte, cuando me dicen que mi estilo es súper reconocido, yo no sé
si tengo estilo, dibujo de una forma y también de otra.
– ¿No será una espectacularización que viene de los
80 y tú ya eres un ícono?
–
He pensado de que hay muchas ganas de endiosar y me dicen maestro, la verdad me
resisto, digo que el maestro es quien enseña y yo no hago clases. Supongo
faltan referentes y reconocimientos, aquí no tenemos un museo de Moebius como
en Francia, no hay muestras de bande dessinée con pantallas interactivas como
la de Van Gogh, que fue una iniciativa privada, así debería ser el MNBA todo el
rato, no entiendo por qué mister Paulmann y Luksic no meten plata en eso y nos
tienen llenos de estos malls de mierda.
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