VICENTE MANZANO PRESENTA "NEUROCOSM" / LA NOCHE / ENTREVISTA
CINEASTA, ARTISTA VISUAL Y MÚSICO / JUEVES 30 JUNIO / 19.30 HRS. / FACTORÍA FRANKLIN / FRANKLIN 741.
“De
cada pensamiento emana energía, tenemos el poder de ser creadores solo mediante
el pensamiento y esa energía hará que suceda. Eso es lo más bello que me ha
demostrado el arte: Puedes tener una idea en tu casa en
medio del ocio y después casi sin darte cuenta tienes una película filmada que
es real y tangible”.
Por Jaime Piña / Fotos:
Edenis Sánchez
Proviene del mundo cinematográfico, estudió un año en Chile y luego emigra a Los Ángeles California, con una beca a estudiar tres años y medio en la New York Film Academy, formándose en cine, videoclip y cortometrajes, siempre alineado con la música, algo que viene desde el colegio donde conforma una banda, que luego continuó en Los Ángeles, manteniendo un estrecho vínculo entre arte visual y música, enfocado en el cine.
EL VIAJE DE “NEUROCOSM”
La promesa de esta actividad te llevará desde lo meditativo hasta el
baile. El origen de esta idea nace durante la pandemia, cuando Vicente crea con
un amigo productor en Los Ángeles, música ambient para meditar, que es con lo
que se iniciará la recepción del evento, sumado a visuales tranquilizadoras. Habrá
performance, gente leyendo poesía, video arte y todo en un formato que invita a
entrar, llamado sinapsis, que es una hora y media de recepción, en colaboración
con Bazar fungi, donde ofrecerán una pequeña pócima con Melena de león, un
hongo que ayuda a la regeneración cerebral y a enfocarte en el presente, la
idea es que la gente tome eso y entre a vivir una experiencia meditativa, habrá
comida y cosas para beber, para que entren en el tono. Una voz irá guiando los
tiempos, se proyectarán tres pantallas gigantes de diez metros, con sonido
inmersivo en 360 grados. En la zona donde se va a proyectar, habrá un escenario
y luego de una hora y media parte la experiencia, acompañada de un cortometraje
animado de diez minutos trabajado con un neurólogo, que te invita a este viaje
interior, luego una vez que termina el corto se entremezcla con un show de
banda en vivo con performers arriba del escenario, que es una obra de teatro musical-audiovisual,
con música meditativa, pasando por ritmos tribales electrónicos y termina en el
baile, invitando al movimiento y luego habrá otros artistas invitados en un
formato Dj. La idea es realizar un viaje interior meditativo, para luego salir
y conectar con las otras personas de la fiesta.
LA BÚSQUEDA DE UN CINE
ALTERNATIVO
Si bien Vicente se formó en una escuela bien concreta, influenciada por
Hollywood y por la ciudad de Los Ángeles, su imaginario desarrolló otras
búsquedas, cuenta Manzano: “Los Ángeles es
una ciudad desafiante, que aisla bastante, sin embargo es rica en energía, con mucha
gente talentosa persiguiendo sus sueños, es algo que te empuja a sobresalir, a
innovar y a buscar nuevos rumbos. Esos estímulos motivaron mucho mi trabajo,
buscando nuevos formatos, medios y otras formas de hacer cine y música”.
– Sucede que cuando generas
propuestas propias, te vas exigiendo porque estás inserto en un medio altamente
competitivo, ¿te exigías y autodirigías?
– Sí, pero esa exigencia al mismo tiempo permite mucha apertura,
libertad y diversidad, lo cual también te invita a explorar sin miedo y sin
prejuicio, algo que quizá acá cuesta un poco, allá es muy libre y eso me ayudó
mucho, existe un mundo muy experimental.
– Me refiero a autoexigencia
por el alto estándar.
– No es fácil estar allá, durante los años posteriores a terminar la
universidad, para poder quedarme y aplicar a visas, fue un desafío que se
tradujo en empuje y darle con todo, la ciudad te mantiene en un ritmo súper
rápido, creativo y sin pausa, en constante creación.
– Las escuelas siempre tienen
tendencias y líderes, ¿qué percibiste de esa escuela?
– A mí me cuestan las instituciones y específicamente allá me costó el formato
hollywoodense, que tiene una narrativa comercial y yo buscaba explorar mi
propio camino, me gustaban la fotografía, la performance y la música en el
cine, que es un medio que los une a todos, pero no necesariamente iba a ser
narrativo y a buscar a Hollywood, entonces choqué un poco con eso.
– ¿A qué le llamas formato
Hollywoodense?
– Al cine de entretenimiento, estándar, con estructuras básicas, con
mucha regla y con poca exploración. Entonces en la ciudad, busqué mi propio
camino por fuera de la universidad.
LA OTRA ESCENA DEL CINE EN
HOLLYWOOD
– ¿Hablamos de una escena paralela
que existe con fuerza?
– Totalmente y es grande, existe una buena industria independiente, que
tiene un camino de exploración artística. Me saqué de la cabeza las
limitaciones artísticas, porque el arte y los medios están cambiando mucho y
eso lo veo ahora y agradezco que no me encerré en mis inicios, porque ahora se
han descubierto nuevos formatos y nuevas tecnologías, por lo mismo esa
exploración artística por el lado o alternativa va a dar frutos en el futuro,
porque está cambiando la forma de hacer y ver cine, su experimentación al
mezclar diferentes disciplinas ya sea con experiencias inmersivas, realidad
virtual o cosas de ese tipo en lo audiovisual.
– Con respecto a la
institución del cine hollywoodense oficial. Pensemos en algún estudiante que la
escuela lo pueden pillar desprevenido, podría entender que eso es el arte,
categorizado como algo más superficial, algo sin reflexión, meramente estético,
como entretenimiento, ¿crees que el arte en la lectura o la interpretación
social ha perdido el objetivo que ha tenido históricamente o el arte se está
transformando en otra cosa?
– Interesante ese tema, creo que el arte no se ha perdido, quizá los
consumidores y la industria sí. Siento que se enfoca mucho en contenidos
fáciles, que vendan, porque la gente busca apagar el cerebro, prender Netflix y
olvidarse del trabajo y del día, pero creo que hay muchos artistas que buscan
reflexionar y principalmente en mi caso, yo busco sanar. Creo que el arte puede
ser un buen medio de sanación, es un camino que puede unir la ciencia con temas
espirituales y puede ayudar a la gente, puede ser una herramienta de servicio y
es algo que estamos necesitando hoy. Porque después de la pandemia la salud
mental y emocional de mucha gente se vio afectada y no es tanto un problema del
arte sino cómo se está llegando a ese arte, cómo se está mostrando en sus
plataformas y ahí existe un cortocircuito. Si bien hay mucho contenido, cuando
prendes Netflix está repleto de series, que sin desmerecer su calidad, hay
muchas que están enfocadas meramente a entretener, que a ofrecer contenido.
– Existe un mercado que lo
permite también. En el sentido de entregar contenido, ¿eso está vinculado a tu
próximo evento?
– Mi evento busca eso, quizá ahora está en un formato inicial
experimental y vamos a ver lo que pasa, pero en el futuro busco eso, ocupar el
audiovisual y el sonido como herramienta de sanación, ya sea trabajando con
ciertas frecuencias y visuales. Por el simple hecho de trabajar con la ciencia
ya podemos empezar a sanar, divulgando ciencia y temas terapéuticos a través
del arte, pero sin irme mucho hacia allá y respondiendo a cómo creo que el arte
puede sanar, es un tema de sensibilidad, creo que todos tenemos esa capacidad y
cuando el arte viene del corazón y es honesto, genuino, de autor, toca otros
corazones y con eso se genera una sanación, cuando alguien se ve reflejado y ve
algo que lo lleva a un viaje interior, toca sus fibras y entra a sus emociones,
ahí es cuando se empieza a generar algo sanador. Hay referentes como
Jodorowsky, que busca eso más allá del contenido como tal, que puede ser
explícitamente sanación. Ahora nosotros con este evento trabajamos con un
neurólogo y nos basamos en la neurociencia a modo de inspiración, lo que se
complementa con mi camino espiritual y temas de meditación, de prácticas
saludables, bajando lo esotérico para unirlo con esta ciencia más dura, siento
que al entregar herramientas barnizadas por una estética artística estás sanado,
es una especie de terapia sutil.
– Con respecto a la
neurociencia, entiendo que es un análisis e investigación de los fenómenos
neurológicos, de la interacción de las neuronas, para ver cómo operan dentro
del cerebro, elementos eléctricos o energéticos espirituales dentro de la
materia celular.
– El cerebro es eléctrico y el corazón emite un cierto magnetismo, somos
electromagnéticos. Entré a la neurociencia por la meditación, para entender qué
estaba pasando con mi cerebro cuando estaba en prácticas meditativas y para comprender
científicamente el ejercicio que estaba haciendo de redireccionar la atención a
ciertas zonas del cerebro y cómo eso beneficia mi concentración, mi salud y mi
autoestima. Una vez entendiendo el cerebro, podemos ayudarnos mucho en procesos
personales. El viaje al que estamos invitando ahora con esta obra, va desde las
visuales hasta las letras de las canciones, pasando por el performance teatral,
es un viaje desde la mente hasta el corazón. Entonces, a través de la
neurociencia invito a entrar en tus procesos mentales de manera abstracta,
entenderlos y luego soltarlos para poder conectar con la energía magnética del
corazón. Vivimos en un mundo súper mental, donde para poder crear, sentir o
sanar, hay que bajar al corazón. A ese viaje estamos invitando con esta obra.
– ¿La personas que asistan, estarán
preparadas para el vínculo de la neurociencia, la espiritualidad y el arte?
– Creo que sí, teniendo en cuenta que todo esto está siendo abordado
desde el arte, la magia y el lenguaje artístico que es abstracto, no es una
clase de coach ni enseñar neurociencia. A mucha gente le ha llamado la atención
y le interesa, he sabido de personas que han entrado a la neurociencia por la
salud mental, buscando este tipo de contenido. No sé si es algo para todos,
quizá para algunos no sea familiar, pero creo que conversan mucho. Cuando entré
a la neurociencia y conversé con el neurólogo radicado en Estados Unidos Jorge Vera, me di cuenta que los científicos son
muy parecidos a los artistas, ambos comparten un viaje de investigación y
experimentación, que tiene mucho de consciencia social, de mejorar a la
humanidad y nuestra evolución, es bello como conversan. Lo difícil es el tema de
la espiritualidad, porque es algo que a la gente le cuesta hablar, siempre se
entremezclan los dogmas y la religión, es difícil hablar de una espiritualidad
libre como tal, siento que como humanidad hemos perdido esa espiritualidad, que
no es esotérica, es tan simple como la práctica sagrada de conectar con tu
corazón, hacer arte puede ser espiritual también.
LA NUEVA HISTORIA DE UN
GALPÓN
– ¿Es un galpón en el barrio
Franklin?
– Sí, cerca del metro Bío Bío, un lugar donde se hacen ferias y
eventos, estará calefaccionado para trescientas personas, el lugar tiene
estacionamiento sumado al de la calle. Será desde las 19.30 hrs., hasta las
01.00 hrs. El show de fondo es de 21.00 a 22.00 hrs., la idea es crear una
ceremonia artística, un espacio de trance ceremonial de reunión, comunión,
ritual moderno con el arte, sacralizar el arte, hacerlo un espacio sagrado, sin
caer en lo religioso o esotérico, un espacio cuidado consciente, donde uno esté
predispuesto a entrar a un portal.
– Puede ser la fundación de
un nuevo tiempo. En este país estamos en periodo de cambios y la sociedad está
un poco anquilosada, eventos de este tipo pueden permitir un cambio de era,
sobre todo si el currículum tuyo como director creativo del evento tiene una
experiencia anterior en Los Ángeles. ¿de esa experiencia que se capitalizó?
– Esa experiencia fue muy positiva, la gente vibró mucho y para mí en
lo personal fue un darme cuenta, porque visualicé lo que estaba haciendo. Esto
es un experimento que comencé a desarrollar en pandemia, desprendiéndome de esa
presión que existía en mí, autodispuesta o por mi condicionamiento de que solo
soy cineasta, de que estoy en EE.UU y que me tiene que ir bien, pero luego de hacer
mi proceso interno me dije: Oye, tú eres más que un cineasta, toco música
también, me encanta el arte visual, me gusta lo abstracto, por qué estoy
limitándome solo a un arte y ahí comencé el proceso de permitirme hacer otras
cosas, volver al baile, al movimiento y para mí este proyecto fue juntar todo
eso. En esa experiencia de Los Ángeles hubo música en vivo, baile y cuadros míos
que se vendieron. Lo hice muy libre, influenciado por lo que iba sintiendo y en
el minuto que se hizo el evento lo miré y dije guau, este soy yo, esto me
representa, es lo que más me gusta, ciencia, espiritualidad, arte visual,
cuadros, música en vivo, fiesta, baile, proyección y ahí lo ví, a una escala
pequeña y dije esto es algo potente y ahora, la invitación en Santiago es diez
veces más grande.
– La invitación se orienta a
un público determinado, ¿cuál es la invitación?
– Es a vivir una mezcla de mundos que se entrelazan, que son muy
distintos, como la gente de la espiritualidad y terapias alternativas donde
puede resonar mucho. La gente del mundo del arte, de las proyecciones, de las
nuevas tecnologías que creo les puede interesar, sumado a gente del mundo más
urbano también. La invitación es que vayan predispuestos a una experiencia
nueva, a una propuesta que requiere un cierto grado de sensibilidad para
conectar con tu mundo interno.
– ¿La diversidad de gente
que llegue es parte del proyecto?
– Mucho de lo que nos de el público va a influir en nuestro proceso
creativo. Lo importante del evento es que lo vamos a grabar a cinco cámaras, con
diferentes puntos de vista y queremos después hacer una obra audiovisual con la
experiencia.
– ¿De qué manera te imaginas
desde tu interior, como creativo y músico arriba de un escenario, el flash
neuronal de la conexión entre espiritualidad y arte?
– Este evento es un renacer, una vuelta a las pistas luego de estos dos
años. Más que el proceso creativo en general, llego a la neurociencia porque me
atrae el tema de la “Atención”, que no se trata de controlar la mente sino de
ejercitarla, para ser capaz de poner la atención en lo que tú quieres. En un
mundo de mucho celular y sobre estimulación, es muy fácil que se nos vaya la
atención y qué pasa cuando se nos va, se nos va la energía, porque la energía
se disipa en otras cosas. En meditación llevamos la atención a la parte frontal
del cerebro y los meditadores regulares tienen la facilidad de llevarla a un
foco, algo muy importante al momento de crear o estar arriba de un escenario,
en un set de grabación o en tu casa creando, canalizando cierta información con
esa energía que te está llegando. Una vez que logras entrenar a la mente y
adquieres cierta habilidad para entender tus procesos mentales, llegas al
autoconocimiento.
– ¿Tú crees que se puede
manejar la mente?
– Creo que sí, se puede entrenar como un músculo, hay técnicas.
– Con mi mente me he
dedicado a transformar los elementos de la naturaleza, materias primas
transformadas en productos elaborados, como el papel y tinta convertido en
revista o en un grabado serigráfico. ¿La mente más allá de manejarse así misma,
puede tener esa energía transformadora?
– Es filosófico y complejo eso, de cada pensamiento emana energía,
tenemos el poder de ser creadores solo mediante el pensamiento y esa energía hará
que suceda. Eso es lo más bello que me ha demostrado el arte, que somos co-creadores,
que tuviste una idea en tu casa en medio del ocio y después casi sin darte
cuenta tienes una película filmada que es real y tangible.
– También hay gente que
tiene poder mental que traduce en oratoria, en discursos de poder que influyen
sobre otros, ¿existe un poder mental entre las personas que dominan a otros?
– Uf, es oscuro eso, sí obviamente que sí…
– Lo digo no solamente en el
sentido negativo…
– Ahí viene la confianza, la actitud y energía con lo que uno transmite,
hay gente muy buena en eso y sus ideas llegan. Últimamente me he cuestionado
mucho eso con el tema del arte y lo político cultural, de pronto ves artistas
que no los encuentro tan buenos o no me gustan, pero emanan un carisma y una fuerza
que a la gente le gusta, les llega. También hay otros que puedes considerar unos
genios, pero no les va bien.
– Esto de la neurociencia,
¿está vinculado a la inteligencia? El acceso a enfocar la atención en cierta
parte de tu cerebro, ¿eleva tu inteligencia?
– La respuesta certera, me imagino, es más fisiológica, científica y yo
no la sé. Ahí todo se vuelve subjetivo, ¿qué es la inteligencia? Puedes ser una
persona brillante pero si no te saber relacionar con la gente, no te sirve
mucho, no le encuentro mucho valor a eso. No he explorado el tema de la
inteligencia, sin embargo es interesante. Creo que más allá de la inteligencia
y ya que todos somos distintos el tema está en el autoconocimiento y qué
capacidades tengo, hasta dónde llego o no llego, en el conocerse adquieres una
mayor soberanía. Tengo este patrón por a, b o c, porque nací en tal familia,
tuve estas experiencias, etcétera, pero cómo rompo ese patrón sin no lo conozco,
creo que lo puedes cambiar o modificar si tienes autoconocimiento. Muchos
recurren a psicólogos para eso. Pero ahí conecto al arte como método de
sanación, qué pasa si generamos espacios artísticos amplios donde le das
herramientas a la gente para que se pueda conocer y no necesariamente ir a un
sinfín de terapias.
EL DESPERTAR HUMANO
– En las redes hay muchas
frases de autoconocimiento, autoayuda, incluso ciertos gurú con citas, ¿Qué
valor le atribuyes a eso, que ya era hora que el autoconocimiento se
expandiera?
– Sí, creo que la consciencia de lo humano se está expandiendo bastante,
últimamente mucho. Hay una expansión y un despertar que se vio reflejado en
Chile con el estallido y en varias partes del mundo. Existe una incomodidad y
un despertar de consciencia, vemos que hay otros rumbos que no conocemos
todavía, porque los que hay ahora no funcionan, estamos viendo cómo
transicionamos a estos nuevos caminos o nueva era.
– ¿Hacia dónde vamos?
– La clave es el autoconocimiento, dejar la figura del gurú, del cura,
del chamán o lo que sea, no digo que sean malos, pero la clave es el poder que
tú tienes, porque es único y personal, ahí la gente va a dejar de seguir al
rebaño y tomar decisiones por sí mismo y juntos nos vamos a entender y decir
hacia dónde queremos ir.
– Si existiera ese
autoconocimiento, que puede mejorar las conductas éticas, ¿podríamos funcionar mejor
como sociedad?
– Sí, con cultura y arte, en la belleza y la estética está el futuro.
El arte es un medio para hablar de nuevos tiempos, donde la ciencia dura
dialogue con temas espirituales, quizá la política también podría dialogar con
el arte.
UN EQUIPO
El grupo que realiza este evento busca ser una plataforma y se inicia
con la idea de Vicente Manzano, luego realiza música con Juan Covarrubias,
chileno músico y productos que vive en Los Ángeles. Se suma al proyecto el
arquitecto y músico Beltrán Lihn, con quien produce y dirige creativamente
Neurocosm. Además de Cuco Errázuriz en lo musical, Juan Jarpa mixer de audio en
la mezcla 360º, entre otras Amaranta Palma dirigiendo a los performers, Diego Saavedra
actor, Jim Hast músico electrónico, más un poderoso equipo de producción.
ENTRADAS EN: https://www.passline.com/eventos/neurocosm-experiencia-de-arte-inmersivo-por-esoul
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