GABRIELA RODRÍGUEZ Y EL PSICOTEATRO MÁGICO EN LA EXPO "VEINTI3".
PSICOMAGA
EL INCONSCIENTE ESTÁ SIEMPRE ACTUANDO
“Motivándonos secretamente para que hagamos esto o aquello”.
Por Jaime Piña
Gabriela inicia el Psicoteatro Mágico en el Museo Nacional de Bellas Artes el 2011, como conferencias
dinámicas, donde luego incluye colaboración de actores y alumnos suyos.
Realizando breves guiones y escenas sobre temas de familia, en el campo de la psicogenealogía.
Como la relación tóxica con el padre o la madre, las parejas, el dinero, el
Tarot y la magia, comenta: “Me encargo de abrir con actores una breve puesta
en escena. A ellos les interesó mucho el trabajo con el inconsciente, la
psicomagia y el teatro al mismo tiempo. Fue interesante, lo hice en Chile y
Argentina. En esencia es terapia colectiva, donde el público participa de actos
particulares, para después realizar una sanación colectiva”.
MOVILIZAR LA PSIQUIS
– ¿Qué contenidos se van expresando?
– Es muy impactante porque la gente deja sus aprehensiones. La idea es
que no vayan como simples espectadores, porque van a pasar cosas. Lo que ocurre
es que me siento en un lugar de confianza, que a su vez es público, un lugar
íntimo, donde lo mágico es conseguir que la gente participe. Porque quedan
expuestos al contar situaciones crudas de su vida personal. Luego vamos a la
sanación de esa persona y como hay un espejo en los espectadores, porque
siempre nos estamos espejando, aparece alguien que quiere participar y luego
otro. Entonces, desde la singularidad rescato lo que va sintiendo el colectivo
y hacemos un acto para sanarnos. Los ritos por más simples que sean movilizan a
la psiquis. Eso a mí me interesa porque se produce una sintonía con el grupo
que está presente.
EL DINERO Y EL ARTE
– ¿Qué opinas respecto a la problemática del arte y el dinero, del
valor y el precio, de la autovaloración del artista al ofrecer su obra a la
sociedad?
– Una obra es lo que tú das al mundo. En ese trabajo existe una
entrega, en este caso una obra de arte a la que pusiste tu corazón, energía,
talento y eso tiene un valor que muchos desconocen. Si alguien lo quiere es por
algo, porque le gustó o lo inspiró o porque le habló de la forma que sea o
simplemente porque lo quiere ver en su living como objeto. Esa interacción e
intercambio tiene un valor, que a su vez también tiene otro valor abstracto en
el inconsciente. Pero no todos pueden leer eso, solo los artistas con su
sensibilidad pueden leer el subtexto, leen más allá.
EL ACTO FÍSICO
– Cuando uno hace eventos que involucran al público, tú hablas de que
la experiencia es con el cuerpo, porque para transformar la realidad en la
psiquis, la única manera es con la vivencia del cuerpo.
– En nuestro sistema de pensamiento el intelecto cree cosas. Pero esa
creencias pertenecen a un mundo aéreo, donde de un soplo puedes cambiar una
idea. En cambio el cuerpo físico tiene necesidades bien concretas, necesito
alimentarme, abrigarme, que me toquen. Eso entra en el campo de la realidad
física y las experiencias. Las ideas son abstracciónes, no es la experiencia en
sí, puede ser la experiencia de Platón pero no es la tuya. Cuando pasas por el
cuerpo estás en una realidad y la mayoría no se dan cuenta de eso. El cuerpo
aloja los sentimientos, los deseos, el mundo intelectual y luego lo expresa
como puede y cuando no lo puede expresar se enferma. He ahí la importancia de
pasar por la experiencia y tiene que ser metafórico simbólica. Mira la paradoja
interesante, mi trabajo es ir a algo físico pero simbólicamente, convirtiendo
al símbolo en un intermediario actuante. Porque el intelecto entra en una
ficción cuando lo haces acto físico, por lo tanto se vuelve real para la
psiquis o lo que llamamos memoria.
– ¿Crees que con las redes estamos conectados con todos sin estar
conectados con nadie?
– Sí. Me preocupa vivir en un mundo virtual, porque te aleja del
cuerpo, como lo hizo la pandemia y éste necesita atención. Somos seres
encarnados, espíritus que necesitan este vehículo para su desarrollo, por tanto
el cuerpo es demasiado importante y lo podemos perder. Como la psicomagia es
experiencia, puedo estar con una persona en la consulta, pero para mí, en este
momento de la vida, encuentro que tiene más valor que sea colectivo, que le
sirva a muchos en poco tiempo, sin embargo no quiere decir que dejeré la
terapia individual.
– ¿Cuéntanos del espejamiento?
– Cuando vas al teatro hay cosas que te tocan como en un espejo, es un
detonante para la identificación, para empezar a conocerte. El teatro puede
mostrar la vida en pocas escenas y en corto tiempo, en eso el público se
refleja y se espeja. En una obra con cierta dramaturgia, puedes construir un
sentido para que reconozcamos nuestros problemas como seres humanos y tomemos
consciencia de que los podemos resolver. Pero primero tenemos que saber que
existe un inconsciente, que hay algo detrás de nosotros y de nuestra memoria
que está siempre actuando. Algo así como las bambalinas en el teatro. Que
siempre está motivándonos secretamente para que hagamos esto o aquello, esas cuerdas
que no se ven me interesan, porque los problemas se resuelven en ese ámbito, no
en lo obvio.
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