CONVERSACIÓN CON JULIO DELGADO, PRODUCTOR EJECUTIVO, EN LA NOCHE 140
INGENIERO CIVIL Y PRODUCTOR DEL CORTOMETRAJE WINGKA
HAY ESPACIO PARA QUE
HISTORIAS COTIDIANAS SE TRANSFORMEN EN BUEN CINE
Inspirado en contextos reales, el trabajo audiovisual Wingka, ganó tres
reconocimientos en el Festival de cine de Lebu y es el punto de partida de una
atractiva manera de hacer cine en nuestro país.
Por Equipo La Noche
Todo nace, como buen proyecto, con una taza de café. De una invitación
a Julio Delgado por parte de Ernesto Garratt, director del cortometraje Wingka, periodista de la Universidad de Chile, crítico de cine de larga data
y novelista de Allegados, Casa Propia y Error de continuidad.
Julio Delgado, productor de cine en ciernes, recuerda aquella reunión con Garratt en
Plaza Ñuñoa en octubre de 2021, cuando escuchó “una historia fascinante escrita el 2014”, que el reportero quería transformar en
corto.
“El relato
inicialmente se pensó en una sola toma, como ‘La Soga’ de Alfred Hitchcock, sin
embargo se hizo en dos tomas: en una habitación y otra frente a un espejo”,
recuerda Julio, quien estudió ingeniería en la Universidad de Chile y es socio
de la productora Espiral con su esposa Roxana Araya, con la que llevan adelante
este emprendimiento cinematográfico.
EN DÓLARES O EN PESOS
Sin ninguna experiencia en el mundo del cine, Julio escucha la historia de
lo que será finalmente Wingka y, entusiasmado, le pregunta ¿cuánto cuesta?
Ernesto le responde con una cifra y sigue su relato. Julio nos comenta: “Me saltaba la duda si la cifra era en
pesos o en dólares, lo interrumpo y le digo, disculpa pero, ¿son millones de
dólares o pesos?”.
El costo estimado por Ernesto para el primer corte era en pesos. “Entonces –cuenta Julio–, le propongo a Roxana invertir en este corto, porque en una de esas
funciona, y ¿qué significa que funcione? Que no sea prueba y error o entrada y
salida, sino que nos de pie para seguir haciendo cosas más adelante”.
De esta manera, bajo el alero de Espiral, comienza a formarse un sólido equipo de trabajo.
La productora Merced, del cineasta Leo Medel, prestó
servicios de producción. El casting de los actores lo realizó la actriz Viviana
Herrera, definiendo a Juan Carlos Maldonado (El Príncipe) y a Rallén
Montenegro (Sayen) como los protagonistas. La banda sonora estuvo a cargo de
Angela Acuña (Bestia), junto al diseño de sonido de Barry Sage, productor
británico de los Rolling Stone y Prince.
EN LA GESTIÓN, SIN ALEJARSE
DE LO CREATIVO
Este emprendimiento, como buena PYME, con un presupuesto muy acotado, debió pasar por distintas áreas en la búsqueda de aprender y crecer, para claramente en los próximos meses potenciar su gestión comercial, que es el área en la que se ha especializado Julio, comenta: “Como dueño de mi propia PYME, he estado siempre en la gestión comercial, pero no me gustaría alejarme de la parte creativa, porque fue una de las razones para tener esta sinergia con Ernesto”.
– ¿Cómo te ves en la producción ejecutiva en cine?
– Si voy a abrir puertas y hacer que las cosas funcionen, no me incomoda este cargo, pero voy paso a paso y viendo qué espacios hay que ir llenando y quién es la persona indicada en cada momento.
Para que las cosas
funcionen, cuando no tienes mucha experiencia, te apoyas en consultores,
software o en terceros que te permitan tomar las decisiones. En la medida que
te vas haciendo experto, te das cuenta rápidamente si la cuestión fluye o no
fluye. El rol de una buena gestión de proyectos es no hacer perder ni plata ni
tiempo, ni a tu equipo ni a otros colaboradores.
– ¿La experiencia de ahora habla de que sí va a funcionar?
– Ha funcionado al comienzo, pero si no funcionara, mi obligación es
advertirlo e informar a tiempo. Siempre repito que no estamos apurados y si tenemos
que golpear puertas lo haremos, cuando escape a nuestra posibilidad económica.
Hemos comenzado haciendo un tipo de historias que creemos necesarias en el
audiovisual chileno. Historias convocantes, sin miedo al uso de géneros
cinematográficos, pero con un sello artístico autoral.
LA PUNTA DE LANZA DE WINGKA
Espiral considera una cantera de varios proyectos y la punta de lanza
ha sido el corto Wingka, que se presentó en febrero 2023, con éxito en el Festival de Lebu,
donde logró tres premios: Mejor Actor y Mejor Actriz para los protagonistas y
Mención honorífica del jurado.
– Cuando viste el corto, ¿visualizaste tu futuro en el cine?
– No. Creo que la motivación inicial fue apoyar la idea de Ernesto.
Ahora esto toma cuerpo rápidamente, el café en octubre, luego en diciembre las
primeras reuniones, enero definimos detalles de producción. Hasta que llegamos
a abril para el rodaje en plena pandemia.
– ¿Cómo te fuiste involucrando en el funcionamiento artístico?
– Como lo estoy haciendo desde cero, disfruto el camino. Luego del primer corte me
empiezo a involucrar, proponiendo a la compositora y música Ángela Acuña para
la banda sonora. Ella conocía a Ernesto en su trayectoria como periodista y un
día nos juntamos Ángela, Roxana, Ernesto y yo, hablamos del proyecto y del guión.
Ángela ve el primer corte y se enamora. Durante dos meses trabajamos en
equipo, creando la música de Wingka. Eso fue precioso, porque aparte de conocer a Ángela, conocimos a su pareja
Barry Sage, de una tremenda estatura como músico e ingeniero de sonido. Los dos
pusieron todo su cariño y experiencia a disposición del equipo y el
cortometraje, con un resultado emocionante. Cuando estábamos listos, aparece la
invitación para el Festival de Lebu en noviembre de 2022. Solo con la
nominación nos sentíamos pagados, porque habíamos formado un equipo increíble a
raíz de esta primera experiencia. Lebu es el festival de cortometrajes más
importante de Chile y calificamos, obteniendo los premios mencionados. Premios
que nos dejan demasiado felices, pero con la misma tranquilidad del comienzo.
UNA NUEVA SERIE CON EFECTOS
ESPECIALES
– ¿Cuál es el siguiente paso?
– Estamos en una segunda historia, que ya está filmada y aspira a ser
una serie más que un largometraje. Es otro género, lo estamos haciendo con la Productora
La Vieja Rara, con Ernesto como director y guionista y Juan Carlos Maldonado y
Valentina Acuña como los protagonistas. Hay algo interesante que he valorado
mucho, que Ernesto como guionista es un muy buen contador de historias, de lo
cotidiano y de lo contingente. En este nuevo proyecto incursiona en una
historia que puede suceder en cualquier hogar o familia chilena, Ernesto lo
aterriza y lo transforma en un guión que logra interesar, incomodar,
sensibilizar, perturbar.
– ¿Esta serie tiene fecha de presentación?
– Queremos postularlo a festivales el segundo semestre de este año,
estamos en post producción, montaje y usaremos temas de una clásica banda
chilena (a la cual tributaremos con este proyecto), y vamos a seguir trabajando
con Ángela y Barry. La serie tiene efectos especiales ya que hace guiños al
manga y los animé del cine japonés.
EN EL CINE HAY ESPACIO PARA
CRECER EN GESTIÓN
– ¿Son dos caballos de batalla concretos que podrían avanzar, sobre
todo con tu gestión abriendo puertas?
– Sí. Ese ha sido mi rol en el mundo de la ingeniería, la construcción, y ahora en las energías renovables como desarrollador de proyectos. Tengo más de 25 años de experiencia, que me han pulido como jefe de proyectos.
Al cambiar
a la industria del cine, veo con humildad que hay espacio para crecer en
gestión. En algún minuto cuando generamos eventos musicales con Roxana, nos
dimos cuenta de lo mismo, músicos connotados cumplían el rol de productor por
carencias de la industria. Haciendo el parangón con el cine, veo que si lo
hacemos bien, puede rendir frutos para ser una alternativa creativa,
produciendo contenidos distintos, cotidianos y con montos de inversiones
abordables.
– ¿Sobre la gestión, para que algo sea exitoso, no todo se resuelve con
plata, sino con decisiones correctas y talento?
– Como dicen Nordström y Ridderstrale en su famoso libro Funky
Business, el talento mueve el capital, es posible hacer producciones creativas
con talento, con buenos equipos y presupuesto adecuado a nuestra realidad y a la
de otros potenciales creadores. Ese es el foco que nos hemos propuesto, porque
es posible y quizás sirva como referente para muchos otros emprendedores, donde
el presupuesto y el capital es una tremenda barrera de entrada.
– ¿Qué se busca con Wingka?
– Emocionar. Le ha gustado a nuestro entorno cercano, pero a otros los
ha incomodado profundamente, lo que está claro es que no pasa inadvertido
porque el mensaje es fuerte, crudo y real.
– ¿Por dónde va el financiamiento para que se convierta en largometraje?
– Ahora hay dos líneas de financiamiento, uno privado, que es asociarse
a productoras más grandes para complementarnos en el camino, que se interesen
en coproducir, comprar o vender y lo otro es participar en fondos concursables,
que nos permita, en el caso de Wingka hacer un largometraje.
– ¿Cómo han funcionado las conversaciones con privados?
– Hemos conversado con diversos actores del audiovisual y estamos
trazando caminos comerciales para hacer realizables nuestros objetivos. Sabemos
que es un camino largo. Lo interesante es que en esas charlas, el lenguaje
técnico lo conocía, se habló en términos de un lenguaje que a mí me entra
fácil. Cuando se traza un camino, logro calcular la brecha que falta, cuáles
son los recursos que tenemos que levantar y qué hacer para llegar a eso. A mí
en lo particular me seduce mucho los espacios creativos/colectivos; un
crowdfunding podría ser una buena alternativa de crecimiento.
UNA GESTIÓN DE INNOVACIÓN EN
BASE A LA CULTURA
– ¿Qué has reflexionado a partir de estas experiencias?
– Cuando pensamos armar una productora de música, hicimos conciertos en
nuestra casa con Fulano, Cristián Cuturrufo, Jorge Campos, Santiago del Nuevo
Extremo, MediaBanda, Kitra, Subhira, y ante la oportunidad que nos brinda
Ernesto, he reflexionado: Trabajo en las energías renovables, que hoy la lleva
no solo en Chile sino en el mundo, y ¿por qué la lleva?, porque por un lado
tiene un buen fin en sí mismo, combatir el cambio climático, limpiar la matriz
energética y eso la valida desde su génesis. Porque se definió una política
energética que no había, instalándose como eje de desarrollo.
¿Por qué no puede pasar lo mismo con la cultura? ¿Por qué no formamos
un sistema de gestión de innovación y desarrollo en base a la cultura? ¿Por qué
no colocarla como un eje? Podría ser más que un buen negocio y generar
dividendos, no solo económicos. Al igual que las energías limpias, la cultura
nos hace bien a todos.
– Esa propuesta es fundamental, si la cultura es entretenida.
– Hay que reencantar. Creo que la cultura no ha dejado de ser
entretenida y que hay un problema de base con el usuario, que no tiene que ver
con las lucas, sino con que la gente vive en piloto automático y desconectada,
solo pensando en salvarse, día a día. Los otros, los privilegiados, están
preocupados de asegurarse aún más, y a sus generaciones futuras. La
participación del ser humano en el mundo es desde la inconsciencia, lo digo,
pienso y siento desde una mirada espiritual que me ha regalado el camino
budista. Llevo siete años de formación y práctica meditativa, eso me ha
permitido además ser instructor en Meditación, Mindfulness y Compasión.
– ¿Al hablar de grados de inconsciencia hablas de individualismo o que
el individuo está buscando otras creencias?
– Hablo de la manera como hoy el ser humano participa en el mundo, con
una mirada centrada en el éxito personal, material y económico, menospreciando
lo colaborativo, anclado a viejas creencias o ideologías políticas que lejos de
resolver, solo ampliaron la brecha social y cultural. La batalla ya no está
entre izquierda y derecha, capitalismo versus comunismo, rojos y amarillos; la
batalla debe relevarse para evolucionar desde el individualismo meritocrático,
al colectivismo colaborativo; demostrado está que esta fórmula da más rédito
económico. Lo demostró Humberto Maturana: el desarrollo de nuestra especie no
está en mí ni en ti, sino que en nosotros, y en la relación que formamos y
alimentamos.
– La cultura es un tremendo ente, pero alejada de la gente.
– Coincido que está alejada, no porque dejó de ser entretenida o
necesaria. Creo que la cultura, con matices, sigue haciendo su pega y sigue
siendo un tremendo aporte.
– ¿Crees tú que se debe hacer un estudio de mercado antes de hacer una
película?
– Existe una coyuntura que se debe estudiar y sensibilizar, lo que te
permite dimensionar qué tanta agua hay en la piscina para ver cuándo y cómo
lanzarse.
– ¿Ese trabajo debería ser tuyo?
– Sí, debería ser mío, apuntando a lograr el match entre una buena
historia y un buen proyecto audiovisual, dentro de nuestro presupuesto y
tiempo. Ernesto en esto es un gran aporte, él logra al identificar, por un
lado, que hay una carencia de géneros en el cine chileno, y por ahí aprovecha
la buena historia y la instala dentro de un género que llena ese vacío. Por
otro lado, la problemática es cómo juntar eso con la necesidad o la oportunidad
que se está produciendo en los temas a nivel de cine mundial, para que haya
agua en la piscina y poder sacarle provecho.
– ¿Cuáles son las tendencias en Chile que has observado?
– Lo que creo es que hay un espacio para que historias de lo cotidiano
se transformen en buenos productos cinematográficos, porque el ciudadano común,
al que queremos cautivar, por ratos está chato de la contingencia ideológica.
Soñamos en Espiral poder ayudar a mostrar que hay mucha materia prima creativa
interesante, y ojalá podamos ser referencia para un camino factible,
alternativo y al alcance de muchos. Si nosotros podemos tender una mano a
alguien que la necesite, con un café, con una conversa, con una mentoría, o con
una bella historia, nos sentiremos satisfechos, felices y será el mejor empuje
para ir por más.
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