RENÉ OLIVARES / PINTOR DE LOS JAIVAS / HOMENAJE DE LA NOCHE ONLINE

 

ARTISTA RECICLADO / DISEÑADOR / ILUSTRADOR

LO CIRCUNSTANCIAL EN LO PATAFÍSICO

“…somos extraterrestres, pero una vez convertidos en polvonautas, arribamos a este presente cargados de vivencias extrañas, paisajes soñados y muertes que fueron olvidos fugaces de amantes lejanos, con aventuras y amores que vinieron hasta nosotros en códigos secretos, coincidencias inexplicables y alianzas inesperadas. La memoria no se alimenta solo del recuerdo, también de la imaginación…”

Por Jaime Piña


Cuando acordamos la entrevista el estallido no se había apagado, estaba aconteciendo y tenía impresionado a los europeos.

“Mira, vamos a empezar por el principio. Llegué a Santiago hace muy poco preocupado por lo que está pasando en Chile y en el resto del mundo”. 

Concuerdo, le comento. Desde un principio nada se sabía del origen ni el destino de los acontecimientos, toda la televisión chilena transmitía diariamente en directo desde Plaza Italia esos días calurosos, fue un espectáculo veraniego absorto, sorprendente.

René tuvo un contacto profundo y duradero con Los Jaivas, banda que sufrió su repentina partida, el 13 de octubre en Paris. Por medio de redes sociales estuvimos conectados y surge la idea de la entrevista, justo en uno de sus viajes a Chile, para contarme sobre “Crónicas de café & otros dibujos, 2020”, una exposición en la Galería Montegrande, del Barrio Lastarria.


Acordamos a mediodía. Nos sentamos en un concurrido café esquina, en Barrio Bellas Artes, bajo la burbuja de una grabadora, expresos dobles y torta de chocolate, ese enero de 2020.

Su padre, del mismo nombre, fue director de Topaze, una revista de sátira política cuyo slogan fue, “El barómetro de la política chilena”, medio que circuló entre 1931 y 1970.

Bajo ese ambiente familiar siempre quiso ser ilustrador, llegando a realizar dibujos para Marcela Paz, madre de Papelucho, en algunas publicaciones.

La cafetería –del Café del Ópera–, no puede más de gente, el aire acondicionado se agradece y la venta de helados a la calle parece una procesión interminable, llega nuestro pedido y me comenta: 

“Lo que está pasando, es el efecto de todos los problemas climáticos juntos, induciendo a que la gente acelere la necesidad de tener políticos capaces de arreglar este problema”.  

Algo distraídos por las personas en el café, nos miramos y giramos en círculos cada cierto rato. Me dice: 

“Ahora estando en Chile voy a hacer una exposición, como resumen de mi obra, por eso quería hablar contigo, porque es raro que un pintor, un artista, se confíe un poco a la gente, así como lo estoy haciendo, con una colección de dibujos hechos en los café. Dibujos que realizo sin pensar, durante años aquí en el Café Mosqueto, tendré unos 300 dibujos, de 300 cafés que me he tomado”.



– Siempre el café es un buen encuentro.

– De jóvenes los café eran importantes, hablo del siglo pasado, claro, por ahí había pocos en Santiago. En los café nos reuníamos algunos artistas, intelectuales, anarquistas, poetas y despectivamente se nos trataba de revolucionarios de café. La verdad que nunca he sido partidario para nada de la violencia, por el contrario. Después vino la época del Flower Power y más bien he estado siempre por el lado de esa calidad humana, que es la de la paz y encontrar una armonía con la naturaleza.

ARTISTA CÓSMICO

Ha dicho que ya no es artista plástico, que es un pintor reciclado, porque lo plástico no pega. Que su exposición y esto que ha pasado, lo ha hecho perder el pudor de la intimidad, comenta: 

“Son dibujos que hago siempre, que les llamo crónicas de café, anoto pensamientos y me acuerdo de esa época cuando era joven inquieto y tenía diversas maneras de pensar, entonces las crónicas de café me permiten ser patafísico y sacar personajes que tienen distintas maneras de pensar, como uno que era anarquista, otro surrealista, el filósofo, personajes con tendencias de todo tipo, que nosotros mostrábamos para dar argumentos de unos en contra de otros, porque nos gustaba ser espadachines y pasábamos todo el día peleando espada en los café y ahora con las crónicas de café, tengo la posibilidad de que un personaje o un perrito diga cualquier cosa. Tengo un cuento sobre unos animales que habitaban el centro de la galaxia y reflexionaban, ¿cómo podemos hacer entender a los humanos que están dejando la cagá?, mandemos dos perros para allá, porque pueden ir a la casa de los humanos y moviendo la cola sabremos si son buena onda o no, justamente llegan estos dos perros a la tierra y empiezan a trabajar para que nosotros entendamos que debemos ser más tiernos con la naturaleza”.

TAMBIÉN UN GATO

En 1972 René conoció al Gato Alquinta en Providencia, en la época del hippismo y la Unidad Popular, cuando el Gato le pide conocer su trabajo. Caminan conversando a su taller en Pedro de Valdivia Norte y le gustó un dibujo en especial, que sintonizaba con una canción que el Gato componía en esos días, el de un indio con un sol en sus manos emergiendo detrás de unas montañas, para la carátula del disco que incluía el tema “Indio hermano”, pero el golpe de 1973 interrumpió la publicación del álbum, que recién en 1975 pudo salir a la luz con el disco “Los Jaivas”. Ilustrando más de veinte carátulas de la banda, realizando afiches y el logotipo que es un hombre alado con guitarra, inspirado en imágenes Mayas. 

El ruido del café nos hace subir la voz y eso le da un carácter teatral al asunto, relata: 

“Vivo la mitad del tiempo entre París y Chile. Cuando empezaron los acontecimientos estaba en Francia y fue muy impresionante para la opinión pública francesa, que todo esto haya surgido sin una dirección política, ni filosófica, ni espiritual, aunque digo espiritual, sé que los católicos no tienen nada que ver con esto. Creo que es una explosión intuitiva de la gente joven, que partió con esta chica sueca Greta Thumberg y que siguió acá con los pingüinos”. Afirmó.

Sus viajes e interés por los pueblos prehispánicos, como su estadía en Isla de Pascua transformó y profundizó su visión del mundo, estableciendo un vínculo conceptual y espiritual con la banda, que se extendió post golpe a las vivencias de Zárate y Buenos Aires en Argentina y al viaje en barco e instalación en Biarritz, Francia, en un castillo a las afueras de Paris. 


René viene tan claro, –su mirada cristalina lo delata–, con la visión desde Europa, otorgando un valor a este fenómeno precursor de un cambio global, con la misión de cambiar el sistema para poder salvar al mundo, comenta: 

“Tengo nietos, bisnietos y te juro que lo único que me congratula con la vida, es el hecho de saber que algo se está haciendo”.

 

Cuando Los Jaivas regresan a Chile en 1992, René, enamorado de una francesa decide quedarse, para vivir el sueño de niño de ser un pintor en Paris. En 2013 participa de los 50 años de Los Jaivas, en una exposición en el Museo Nacional de Bellas Artes. Para 2023, en los 60 años de la banda, la fundación de Los Jaivas con MetroArte le piden crear un mural en la estación Cal y Canto, una obra de 30 metros de largo por 6 de alto, en homenaje al río Mapocho, que pasa por sobre esa estación.

– Tenemos necesidad de muchos cambios, sobretodo el climático.

– Claro. Estoy convencido que el lado más importante del ser humano es el lado animal, ahí es donde vamos a apelar ahora a nuestra conciencia de sobrevivencia en este planeta. Es curioso que justo antes de venirme de Paris, vi una entrevista en televisión, a un señor de Greenpeace, que recorre el mundo haciendo fotos preocupado de los problemas climáticos. Cuando el periodista le comenta, se dice que en 50 años más va a haber una hecatombe y morirán la mitad de los animales, ¿es verdad todo eso? y él responde, bueno, la verdad es que todo eso va a suceder, el combate está perdido de antemano, se perdió el combate contra el calentamiento del planeta.

– Sabes que hubo varios calentamientos globales.

– Sí, pero estamos hablando de éste calentamiento, que es el de nuestra existencia. Mira, lo que quiero contarte es algo muy significativo, porque si tú te das cuenta, varios calentamientos globales no quieren decir nada en relación al que nosotros vamos a vivir ahora, porque los vamos a vivir en carne propia. Entonces, lo que decía el periodista, cuando le preguntó al señor de Greenpeace, ¿se perdió el combate por salvar el planeta del calentamiento?, ¿no hay esperanza? Sí, le dice el de Greenpeace, sí, hay esperanza. ¿Cuál es? Que nos adaptemos. Nos vamos a tener que adaptar, dejar de andar en aviones y dejar de consumir cosas de lujo, algo imposible de dejar para los que nacimos en el siglo pasado, pero para la nueva generación capaz que sí, capaz que podamos tomar conciencia de que es un problema educacional.

– Ha sido un estallido de estallidos, sucedió en Ecuador, en Hong Kong, en Francia y eso motivó mucho a las generaciones jóvenes enojadas.

– Como te digo ninguna de esas peleas, pero ninguna, ha tenido el contexto filosófico y espiritual que tiene ésta, por una razón muy simple, aunque los otros tienen motivos precisos, los chilenos también creen que están luchando por motivos precisos, por la jubilación, el derecho a casarse, a adoptar niños, etcétera. Todo esto es algo a lo que se tenía que llegar, que es a encontrar hombres con sabiduría que se preocupen de una forma global de vivir. Entonces, quería terminar la historia que te estaba contando antes, el periodista que entrevistaba a este fotógrafo que sacó fotos desde el cielo, que se dedica a dar conferencias para hablar sobre estos problemas y que iba a las escuelas, contó que fue a una escuela y conversó sobre el problema en el que estamos y al final dijo, ¿algún alumno quiere hacer una pregunta? Entonces, levantó la mano un niño y le dijo, dígame señor, ¿para cuándo cree usted que va a ser el fin del mundo? Casi se murió, porque para él, el fin del mundo era una cosa que se hablaba en la Biblia, pero nunca pensó para qué día, de qué mes o qué año podía estar hablando un niño de 12, 14 años. Muy sorprendido preguntó, ¿hay otros que creen que va a haber un fin del mundo? Y más de la mitad de los niños levantaron la mano. Eso está empezando a pasar, porque la gente todavía no comprende, siguen en sus pequeños mundos egoístas, sin pensar que ahora vamos a tener que cambiar radicalmente.

Yo quería hablar contigo porque creo, sin vanidad alguna, que los artistas tienen una gran importancia en los cambios sociales que se necesitan, porque no son de carácter económico ni de carácter político, sino de ternura con la naturaleza, de complicidad con el mundo que nos rodea.

 

– ¿Lo relacionas con lo que ocurre aquí?

– Sí, por ahí va, la importancia de la mujer, algo nunca visto y cómo se exigió la dignidad en todo sentido, una dignidad que nos faltaba poner en claro, que los hombres nos hemos equivocado con esta manera de gobernar el mundo. Hemos cometido tantos errores, lo digo desde lo masculino, por eso las mujeres están rebeladas, porque ha sido una predominancia la estupidez del hombre y su creencia de superioridad. 

Si ahora hay que hacer algo, no es solo gobernarlo, sino demostrarnos la ternura que necesitamos para sobrevivir. No vamos a sobrevivir comprando un televisor nuevo, ni cuando tenemos depresión yendo al supermercado, sino siendo generosos con la persona que está a tu lado, incluso comunicándonos con los animales. Es importante que se abran estos diálogos. Vine más que nada a participar en los cabildos y a abrir este diálogo. 

– ¿Qué rol jugamos?

– Chile tiene una importancia en el mundo por una razón muy simple, nosotros tenemos un espíritu apocalíptico positivo. Por ejemplo, cuando mi madre se sentía enferma y me decía que se iba a morir, le decía, mamá no se preocupe, capaz que nos muramos juntos, porque si tiembla y viene un terremoto nos moriremos juntos. Ese espíritu chileno hace que tengamos una manera de ver este tipo de problemas mejor que en otras latitudes. En Europa, el espíritu apocalíptico es negativo, es de culpabilidad, ellos hablan de derechos humanos, pero se sigue vendiendo bombas y drones de guerra.

– A parte del apocalipsis positivo, ¿qué más queda?

– Cada uno tiene su manera de pensar, la mía es que algo se puede salvar, que es la imaginación. Si el ser humano se hace responsable de lo que imagina, se hace responsable del futuro. Si seguimos viendo películas de guerras de planetas y de asesinos persiguiéndose por las calles, anticipado por los creadores y guionistas, entonces los intelectuales seguirán ganando plata y cometiendo crímenes que no son de verdad, que son de película, creando un futuro que se nos viene encima, ahora con rapidez tenemos que actuar y no consumir toda esa estupidez, no dejar que las máquinas se apoderen del corazón y el alma de la gente, puede ser una solución. En todo caso quiero plantear esto de una manera artística, porque no creo que haya otra para el entendimiento humano.

– Nadie imaginó que podía suceder, ni siquiera los intelectuales.

– No solamente los intelectuales, me ha sorprendido que gente común y corriente, de derecha e izquierda están de acuerdo que no se puede aceptar que nos roben y que nos hagan lesos de la manera que se estaba haciendo al pueblo chileno, la gente está tomando conciencia. 

Estamos en momentos importantes y lo siento desde que llegué a Chile, lo veo en los ojos de los jóvenes, que no se quedan viendo televisión en la casa cuando el mundo está lleno de sensaciones y emociones a vivir y ahora los jóvenes las están viviendo. Los viejos estamos aprendiendo, ya no les decimos que hagan la revolución de una manera, porque es espontánea, una actitud de sobrevivencia, en la cual la calidad animal es importante, nadie dijo, hay que hacer las cosas de esta manera. 


¿Es un problema que no exista un líder? 

– Lo que veo es que hay que cambiar. Entre las últimas filosofías que salieron en Francia, existe una muy desconocida y que parece chiste el nombre, pero es verdadera, se llama Patafísica, que es contraria a la Metafísica, es la ciencia de lo extraordinario. La Patafísica fue desarrollada con muchos espíritus diferentes, entre ellos gente y artistas muy inteligentes. Otras ciencias del mundo tienden a una solución y la Patafísica es la única ciencia que no privilegia las soluciones, sino las posibilidades y eso es lo que necesitamos, tener todas las posibilidades y que eso dé un resultado distinto. Pero si decimos, de esta manera hay que hacerlo y el otro dice que de esta otra manera, ya estamos peleándonos. Nicanor Parra decía que era patafísico y todas sus obras son completamente patafísicas. 


– ¿Están las posibilidades en la mesa y se van moviendo solas de forma natural en un flujo? 

– No, se van presentando en el momento propicio. En el arte hay tres valores fundamentales, lo estético, un lado espiritual y lo circunstancial. Lo circunstancial es justamente lo que le da la posibilidad a un bolero de ser bonito, porque lo estás bailando justo en el momento de una fiesta y cada cosa tiene su momento circunstancial. Eso hace que el mundo sea sorprendente, que no se programe en un estudio de televisión ni en una agencia de publicidad, sino que se va dando. Hablé mucho con jóvenes de acá y me sorprendió la capacidad de comprensión de cosas tan simples, como que no puedes actuar de la misma manera, si hablas con tal o cual persona, no puedes actuar de la misma manera si hay luna llena, si es primavera, si hay un público de viejos, de jóvenes, que te da unas vibraciones diferentes. Si te duelen las muelas vas a sentir y escuchar distinto una música. Nosotros tratamos todo dentro de los cánones que nos fijamos, sin pensar en lo patafísico, que puede cambiar las posibilidades. Lo circunstancial es saber celebrar y vivir otras cosas y ahí los artistas entran en una función social predominante, importantísima. 

Creo que lo único que nos puede unir es un folclor celeste, un carnaval telúrico, en el cual la gente pueda expresar cosas más unitarias y esto pasa ahora y tiene ese valor, donde puedan salir los abuelos con los nietos a la calle a luchar por los derechos de sobrevivir honradamente, felizmente. 


– Claro, ¿pero estamos en peligro?

– Cuando se empiecen a morir las focas, los hijos de los poderosos, que son niños, van a sufrir como todos los niños si se mueren los animalitos, si no hay jardines verdes donde puedan correr detrás de una pelota o de una mariposa y si no sucede eso, estamos fritos. Pero va a suceder, porque los que nos gobiernan, fueron niños, aunque maleducados, que se les enseñó a ser competitivos, a querer ganar más, ser mejor que el otro, sin tener ningún principio gregario, que es un principio que también tienen los animales. Yo vivo en Paris frente al jardín de plantas, que es donde se creó el humanismo, aunque los franceses nunca lo han reconocido, que es la creencia de que el ser humano es superior al resto de la naturaleza. Donde se creó el principio de querer dominar al otro, de querer ser mejor que el otro. Por eso digo que Nicanor Parra era patafísico, porque él decía, ¿cómo es posible que seamos tan pretenciosos, tan egocéntricos, tan tontos?, de no entender que debemos tener una vida compartida, porque ahí está la felicidad. Y si llega a pasar una catástrofe natural, que nos haga temblar y tener miedo a todo lo que pueda seguir, en ese momento vamos a necesitar más que nunca la ternura, el cariño y ahí no hay billete que valga, ahí no hay nada. Por eso te digo, tengo confianza en los niños.

– Muchas generaciones jóvenes ven otras pantallas para informarse y abandonaron la televisión, llegaron al animalismo, al veganismo, a la ecología, los hijos van a desmantelar las convicciones de sus padres.

– Justamente eso te estaba diciendo, yo espero que estos ricos, cuando los hijos les cambien el paradigma se van a dar cuenta y eso es lo que está pasando.




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